Un grupo de legisladores estadounidenses del Partido Demócrata solicitaron esta semana al secretario de Estado, Antony Blinken, levantar “inmediatamente” las sanciones financieras e individuales contra el gobierno venezolano de Nicolás Maduro y algunos de sus miembros.
Diecinueve congresistas, entre ellos Raúl Grijalva, Jesús García y Alexandria Ocaso-Cortez, dirigieron una carta a Blinken, fechada el pasado 12 de agosto, para que “revierta” la prohibición del gobierno del presidente Donald Trump al intercambio de crudo por diésel en Venezuela, que, a juicio de los parlamentarios, “estorba” la producción y distribución de alimentos.
Los firmantes exhortan al secretario de Estado a “poner fin a la politización de la asistencia de Estados Unidos a Venezuela y trabajar con actores neutrales y respetados, como las agencias de Naciones Unidas y la Cruz Roja Internacional, para asegurar la entrega más efectiva de ayuda a los venezolanos más necesitados”.
En su petición, recomiendan a Blinken apoyar los esfuerzos de diálogo sobre Venezuela que lideran “actores respetados” como Noruega y el Vaticano. Incluso, le llaman a llevar a cabo “un diálogo directo” con el gobierno de Nicolás Maduro mientras mantiene una “fuerte presión diplomática” contra sus abusos de derechos humanos y acciones antidemocráticas.
Asimismo, le aconsejan dialogar con un espectro más amplio de actores políticos venezolanos, que incluyan los sectores de la oposición moderada no alineada con Juan Guaidó, a quien Estados Unidos reconoce como presidente interino desde 2019, y con sectores chavistas críticos de Maduro.
El grupo de legisladores firmantes de la carta de Blinken incluyen a Karen Bass, Mondaire Jones, Jared Huffman, Ro Khanna, Pramila Jayapal, James McGovern, Henry Johnson hijo, Ilhan Omar, Mary Gay Scanlon, Mark Pocan, Jan Schakowsky, Ayanna Pressley, Juan Vargas, Bobby Rush y Maxine Waters.
La estrategia diplomática recomendada por los legisladores significa, según sus apuntes, “un acercamiento alternativo” al adoptado por Trump.
Opinan que las estrategias del expresidente sobre Venezuela “exacerbaron la crisis y dañaron la credibilidad” de Estados Unidos a lo largo de la región”.
“A toda medida, la actual política de máxima presión hacia Venezuela ha sido un fracaso total. Maduro permanece más firme en su cargo que nunca”, a pesar de los intentos de Trump de forzar su salida amenazando con intervenciones militares, advierten los 19 legisladores estadounidenses.
A su entender, las sanciones estadounidenses contribuyeron probablemente a intensificar el colapso económico venezolano, con repercusiones humanitarias.
“Una política robusta e inclusiva de entendimiento con actores en el terreno se necesita con urgencia. Trump y sus consejeros despreciaron los entendimientos con las fuerzas opositoras moderadas en Venezuela, enfocándose solo en elementos del ala dura o de la oposición que han promovido el derrocamiento inmediato de Maduro y han rechazado el diálogo ampliamente”, señalan.
Por otro lado, políticos republicanos como el senador estadounidense por el estado de Florida, Marco Rubio, ha enfatizado en el pasado en no caer en la “trampa de negociar” en la que el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela es “experto”.
“Yo creo que (Nicolás) Maduro está dispuesto a toda una serie de concesiones simbólicas (…) Lo que él jamás ha enseñado es que él voluntariamente, por amor a la patria, o por decencia, va a permitir elecciones libres y democráticas”, apuntó Rubio en mayo ante periodistas en el Capitolio al ser consultado por las eventuales negociaciones.
Oportunidad “potencial”
Los congresistas observan “una oportunidad potencial para compromisos constructivos” de parte de Estados Unidos al subrayar, por ejemplo, un nuevo acuerdo para escoger al nuevo poder electoral, el pacto de Maduro con el Programa Mundial de Alimentos, y la transferencia de la cárcel a arresto domiciliario de seis ciudadanos estadounidenses, “Los seis de Citgo”.
Esta semana, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, comentó que Estados Unidos está dispuesto a revisar su política de sanciones si nota “avances significativos” en las negociaciones entre el gobierno de Maduro y la oposición.
“Hemos sido claros en que el régimen de Maduro puede crear un camino hacia el alivio de las sanciones permitiendo a los venezolanos participar en elecciones presidenciales, parlamentarias y locales libres y justas que deberían haberse celebrado hace tiempo. Necesitamos ver un progreso significativo”, dijo Pierce.
Los delegados de ambas partes en conflicto en Venezuela firmaron la tarde del viernes en Ciudad de México un memorando de entendimiento, que incluye una agenda de siete puntos, para inaugurar un proceso de diálogo integral con la facilitación de Noruega y el acompañamiento de Países Bajos y Rusia.
La cancillería rusa emitió este sábado un comunicado para celebrar el inicio de las conversaciones políticas en México. “Rusia está dispuesta a ofrecer el apoyo necesario al proceso de diálogo en correspondencia a la solicitud de las partes y los mediadores de Noruega”, indicó la Cancillería rusa.
El despacho del canciller ruso Serguéi Lavrov expresó el convencimiento del gobierno de Vladimir Putin de que “los problemas que enfrenta este país solo pueden ser resueltos por los venezolanos sin destructivas injerencias externas”.
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