Las areperas, restaurantes del plato emblema de la gastronomía venezolana han visto mermada su actividad, no sólo por la pandemia, sino por una recesión económica que suma siete años y por fallas en los servicios básicos como el agua y el gas doméstico. Pero mientras algunos de los establecimientos símbolo de la capital venezolana, han cerrado, otros cabalgan la crisis.