El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó el martes como "muy grave" la liberación de uno de los presuntos y principales implicados en el sonado caso de la desaparición de 43 estudiantes en 2014, por lo que pedirá a la fiscalía que investigue a funcionarios involucrados en las pesquisas.
Familiares y abogados de los estudiantes de magisterio advirtieron que la excarcelación el fin de semana de Gildardo López, presunto líder la organización delictiva Guerreros Unidos, podría abrir la puerta para la liberación de otros presuntos delincuentes y que el caso quede impune.
"Es un asunto de justicia muy grave y por eso vamos a presentar formalmente una denuncia a la Fiscalía General y al Poder Judicial en este caso", dijo López obrador en su conferencia de prensa matutina.
La investigación va contra funcionarios de la procuraduría (fiscalía) y jueces. Hasta ahora, 53 de 142 personas detenidas como posibles responsables de los hechos han sido liberados, agregó el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alejandro Encinas.
No está claro si la pesquisa va exclusivamente contra empleados de la pasada administración. El presidente mexicano se ha comprometido con los familiares de las víctimas a esclarecer el caso.
Mas de 100 estudiantes de una escuela rural normal de Ayotzinapa, en el sureño estado Guerrero, que viajaban en varios autobuses fueron atacados por policías coludidos con criminales en septiembre del 2014. 43 de ellos desaparecieron y sólo se encontraron supuestos restos de uno, en un caso que golpeó al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Organismos de derechos como la ONU y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que coadyuvó en la investigación, hallaron serias fallas en las pesquisas hechas por la fiscalía como toma de testimoniales bajo tortura, detenciones arbitrarias, dilación en entrega de información, entre otras cosas.