Un juez salvadoreño mandó a prisión el jueves a un presunto “coyote” que fue capturado por promover las caravanas de migrantes que buscan entrar ilegalmente a Estados Unidos.
La Unidad Especializada de Tráfico Ilegal y Trata de Personas del Ministerio Público confirmó que al finalizar la audiencia en un juzgado San Salvador se decretó la detención provisional de Raúl Antonio Ventura Juárez, que será procesado por el delito de Tráfico Ilegal de Personas, luego que fuera capturado en flagrancia cuando supuestamente promovía una caravana.
Esta es la primera vez que la policía captura a una persona por este motivo. El fenómeno migratorio tomó fuerza en noviembre de 2019 en Honduras, Guatemala y El Salvador.
Los salvadoreños fueron convocados por medio de las redes sociales para que se reunieran el sábado por la noche en una plaza de la capital y el domingo partir juntos, pero el llamado no tuvo mayor respuesta y al final sólo unas 50 personas, entre ellas mujeres y niños, salieron caminando en busca del llamado “Sueño Americano”.
Fiscales del caso dijeron a periodistas que recibieron información de que se promocionaba por redes sociales una caravana que saldría el domingo 20 de enero y al verificar la información se comprobó que había personas que estaban invitándolos a unirse. Al parecer también les daban información de los documentos, medicamentos y ropa que tenían que llevar.
Fiscales acompañados, agentes de Patrulla Fronteriza de la policía y oficiales de migración se presentaron a la plaza donde encontraron a Ventura Juárez, que aseguran ya había sido identificado como uno de los promotores de la caravana.
La Fiscalía sostiene que Ventura Juárez incurrió en el delito de Tráfico Ilegal de Personas, que según el Código Penal se da cuando alguien por sí solo o por medio de otro realiza actos de promoción, albergue, transporte o guía a personas nacionales con la finalidad de evadir los controles migratorios del país o de otros países.
De ser encontrado culpable, Ventura Juárez podría recibir una condena de cuatro a ocho de cárcel.
El septiembre de 2019, Estados Unidos firmó un acuerdo para preparar el camino para enviar a El Salvador a muchos solicitantes de asilo. El país suele ser considerado como uno de los más violentos del mundo.
Como parte del acuerdo, El Salvador desplegó un contingente de 800 policías y 300 oficiales de migración para reforzar las principales fronteras del país, golpear a las estructuras criminales que trafican personas y a los grupos violentos que obligan a la población a la migración forzada.
Para cerrar más las posibilidades de que los migrantes lleguen a su país, Estados Unidos ha suscrito acuerdos de cooperación de asilo con El Salvador, Guatemala y Honduras. Éstos permiten que los extranjeros que llegan a la frontera sur de Estados Unidos sean trasladados a estos tres países centroamericanos, donde deberán tramitar sus respectivas solicitudes de asilo.
Según estimaciones de organizaciones que trabajan con los migrantes, hasta el último año unos 300 salvadoreños salían cada día rumbo a Estados Unidos en busca del “sueño americano”, pero estas cifras habrían bajado debido al cerco impuesto por el gobierno mexicano que desplegó 25.000 soldados en sus fronteras.