Venezuela cerró 2019 con una inflación de 9.585,5%, de acuerdo a cifras publicadas este martes por el Banco Central (BCV).
La inflación reconocida por el BCV, de línea oficialista, supera la estimada por el Parlamento, de mayoría opositora, que divulga desde 2017 su propio índice inflacionario y la calculó en 7.374,4% para el mismo período.
En tanto, al acortar en dos ocasiones sus previsiones para Venezuela, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó una inflación de 200.000% para 2019, año que cerró con una devaluación de 98.6% del bolívar, dando paso a una dolarización informal.
En mayo de 2019, luego de un silencio estadístico de tres años, el BCV reveló que la inflación de 2018 cerró en 130.060% y que el Producto Interno Bruto (PIB) se redujo a la mitad desde 2013.
En un segundo informe difundido en octubre, el BCV reconoció el hundimiento prolongado de la economía venezolana con una inflación acumulada de 4.679,5% hasta septiembre pasado y una contracción del PIB de 26,8% en el primer trimestre de 2019.
Este martes, sin emabrgo, no fue publicado el dato del PIB.
La otrora potencia petrolera vive su peor debacle en la historia reciente, forzando un éxodo de unos 4.6 millones de venezolanos desde finales de 2015, según Naciones Unidas.
Maduro achaca la crisis a una batería de sanciones de Estados Unidos que incluyen un embargo petrolero, fuente de 96% de los ingresos del país, cuya producción cayó a unos 900.000 barriles por día, frente a 3.2 millones de hace una década.
A la crisis económica se suman las recrudecidas tensiones políticas por la pugna de poder entre el presidente socialista y el líder opositor Juan Guaidó.
En tanto, la oposición atribuye el descalabro al elevado gasto público y la corrupción en medio de la más prolongada bonanza petrolera de Venezuela (2004-2014).