El Senado de Estados Unidos someterá a votación de nuevo este lunes un masivo paquete de ayuda económica de 1.800 billones de dólares que enviará dinero a la mayoría de la población y a muchos negocios gravemente afectados por las medidas de restricción contra el coronavirus.
El proyecto no pudo ser aprobado el domingo, pero el líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, dijo que si no se llega a un acuerdo con los demócratas que se oponen al contenido, se someterá a otra votación durante la mañana.
El paquete de asistencia tiene como objetivo dar un impulso a la economía por medio de pagos directos a más del 90% de los estadounidenses y a una amplia gama de comercios y empresas, para ayudarlos a campear los efectos de la paralización de las actividades provocada por el coronavirus.
Los demócratas dicen que la medida otorga demasiados beneficios a las corporaciones y quieren más ayuda federal para centros de salud comunitarios, asilos de ancianos, máscaras, ventiladores, equipos de protección personales y ayuda a los gobiernos locales para batallar contra la pandemia de COVID-19.
La derrota del proyecto en la votación del domingo lanzó a los legisladores a nuevas negociaciones, mientras los contratos a futuros estadounidenses se desplomaban en la bolsa.
Wall Street acaba de sufrir su peor semana desde 2008 y los inversionistas están observando al Congreso y su paquete de ayuda para poner un freno a las pérdidas.
En la Cámara de Representantes, la presidenta Nancy Pelosi dijo el domingo que los demócratas estaban finalizando su propia versión del paquete de rescate económico, que “reconoce la gravedad del desafío del coronavirus” y es “muy diferente” al proyecto respaldado por los republicanos del Senado.
A la larga, las dos cámaras tendrán que conciliar ambas medidas.
El Congreso esperaba poder enviar la legislación al presidente Donald Trump para su aprobación a mediados de esta semana, pero ahora no está claro hasta cuándo durará el estancamiento.