El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas advirtió este miércoles que la pandemia de COVID-19 podría casi duplicar el número de personas que padecen hambre aguda en el mundo.
La entidad calcula que, a consecuencia de la epidemia, el número de personas que hacen frente a la inseguridad alimentaria aguda aumentará a más de 250 millones para finales del año en curso.
El Programa Mundial de Alimentos detalla los problemas que enfrentan las naciones ante esta amenaza en su Reporte Global sobre Crisis Alimentarias 2020, divulgado este miércoles.
En el prólogo del documento, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dice que el número de personas que batallan contra el hambre aguda y los sufrimientos de la desnutrición están de nuevo en aumento y la llegada de la COVID-19 pudiera lanzar a muchas familias y comunidades a un sufrimiento mayor.
El informe de 2020 señala que unos 130 millones de personas en 55 países sufrieron de inseguridad alimentaria aguda en 2019, la mayoría en naciones afectadas por conflictos, por el cambio climático y crisis económicas.
Los 10 países que padecieron las peores crisis alimentarias en 2019 son Venezuela, Haití, Yemen, la República Democrática del Congo, Afganistán, Etiopía, Sudán del Sur, Siria, Sudán y Nigeria.
Con la llegada del coronavirus, estos países enfrentarán la desagradable disyuntiva de salvar vidas o el sustento, y en el peor de los casos, salvar a personas del coronavirus para que mueran de hambre.
En este contexto, dice el informe, es vital que se mantenga la asistencia alimentaria, incluido el propio trabajo del Programa, que ofrece un salvavidas a casi 100 millones de personas vulnerables en todo el mundo.
El economista jefe del Programa Mundial de Alimentos, Arif Husain, dijo que “la COVID-19 es potencialmente catastrófica para millones de personas cuyas vidas ya penden de un hilo. Supone un golpe para millones de personas más que solo pueden comer si ganan un salario”.
“Los confinamientos y la recesión económica mundial ya han diezmado sus ahorros. Solo se necesita un shock más, como la COVID-19, para llevarlos al límite. Debemos actuar colectivamente ahora para mitigar el impacto de esta catástrofe mundial”, agregó.