Kilométricas filas para surtir, fallas en los sistemas de pagos y dudas entre los conductores se observaron en el primer día de cobro de la gasolina a través de un nuevo esquema de precios. El combustible venezolano dejó de ser el más barato del mundo. Pasa a costar dos centavos y medio de dólar por litro, para un sector subsidiado, que deberá registrarse en un sistema gubernamental, y medio dólar para quienes deseen llenar el tanque sin restricciones.
Hasta el pasado fin de semana, la gasolina en la nación petrolera era prácticamente gratis: 0,00001 dólares. No existía un billete con el cual poder pagarla, lo que llevaba a los compradores a entregar galletas o bananas a las personas que llenaban los tanques
