El año 2020 se caracterizó por la continuidad de las desapariciones forzosas y las detenciones arbitrarias, según defensores de derechos humanos, cometidas mientras la población se mantenía en cuarentena por el coronavirus. Pero también, hubo un hito: por primera vez, la ONU reconoció que en Venezuela hay elementos para creer que el Estado ha sido responsable de crímenes de lesa humanidad.