Las llamas destrozaron este viernes la capilla de la Sangre de Cristo en la Catedral de Managua. Las autoridades eclesiásticas hablan de un "acto de terrorismo", sin embargo, la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, ha insinuado que pudo tratarse de un accidente. Lo único seguro, por el momento, es el dolor que el incidente ha causado entre los feligreses.