China reaccionó enérgicamente al rechazo de la administración Trump de los amplios reclamos territoriales chinos en el Mar del Sur de China, refiriéndose a Washington como un “causante de problemas y disruptor de la estabilidad regional”.
Años después que China empezó a construir bases militares sobre remotos arrecifes e islotes muy adentro de aguas internacionales, la administración Trump endureció el lunes su postura sobre el asunto, rechazando los reclamos de China como “completamente ilegales”.
Estados Unidos no tiene reclamos territoriales en el Mar del Sur de China y desde hace años ha sostenido que sólo le interesa preservar la seguridad en las aguas para la navegación internacional de carga.
Funcionarios estadounidenses han dicho que los países con conflictos territoriales deben resolver pacíficamente cualquier disputa. En 2016, una corte de arbitraje internacional falló que los reclamos marítimos de China no tienen fundamento legal.
Tras la declaración estadounidense del lunes, Indonesia y Filipinas entraron a la discusión, pidiendo a China que acate el fallo del arbitraje internacional. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Malasia rehusó hacer comentarios.
In Beijing, funcionarios chinos rechazaron la declaración de la administración Trump diciendo que no tiene por qué inmiscuirse en el asunto.
“Estados Unidos no es un país involucrado en las disputas territoriales de la region, pero continúa interfiriendo y tensando su músculo militar en la región”, lee una declaración de la Embajada de China en Washington. “Está generando tensión e incitando a la confrontación en la región”.
China compite con Brunei, Malasia, Taiwan, Vietnam y Filipinas por partes del Mar del Sur de China, con una extension de 3,5 millones de kilómetros cuadrados.
Ejercicios navales separados
China usa una línea cuyo origen se basa en récords marítimos de los tiempos de las dinastías chinas, para reclamar 90 por ciento de las aguas que otros en la región valoran por su pesca y depósitos submarinos de combustibles fósiles. La Línea de Nueve Puntos de referencia, también invade las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) de varias otras naciones.
La semana pasada, dos portaaviones estadounidenses, el Ronald Reagan y el Nimitz, realizaron maniobras de práctica en el Mar del Sur de China, en una clara demostración de poderío militar.
Los dos portaaviones fueron desplazados al área para realizar ejercicios tácticos diseñados para maximizar las capacidades de defensa aérea “en apoyo a un libre y abierto Indo-pacífico”, según una declaración de la Armada de Estados Unidos.
Rodger Baker, vicepresidente de Análisis Estratégico, en la compañía de inteligencia geopolítica Stratfor, dijo a la Voz de América que Estados Unidos quiere asegurar a sus aliados que permanece comprometido con la región.
“Estados Unidos está tratando de reiterar su posición de que estas son aguas abiertas que todos pueden usar, y que Estados Unidos ofrecerá la seguridad para ellas”, dijo Baker. “Basados en esta idea, los países de la región pueden tomar sus propias decisiones sobre China. Estados Unidos estará ahí, y estos países pueden reclamar su propia soberanía”.
Baker agregó que el ejercicio de los dos portaaviones en el Mar del Sur de China deja entrever que las operaciones militares de Estados Unidos en el oeste del Pacífico aumentarán en el futuro.
China anunció que también realizaría ejercicios militares al mismo tiempo que los portaaviones hacían los suyos en la región. Los militares chinos dijeron que efectuaron sus maniobras militares en las disputadas Islas Paracel, del 1 de julio al 5 de julio.
Los observadores están preocupados de que las muestras de poderío militar de ambos bandos están amenazando con empujar a la volátil región marítima cada vez más cerca al conflicto armado.
“Ambos están siendo muy, pero muy cautelosos para evitar un resbalón hacia una guerra, pero los accidentes pueden ocurrir”, dijo Baker.
En una reciente audiencia, en el Comité de Análisis Económico y de Seguridad de China y Estados Unidos, la ex subsecretaria de Defensa, Michele Flournoy, dijo a los legisladores que ella está preocupada de que China se vuelva más arriesgada en la medida que su Armada continúe creciendo.
“Creo que China ve a Estados Unidos en un período de inevitable declive y de retirada de alrededor del mundo”, dijo Fluornoy. “Creo que se arriesgan al subestimar la decisión, que puede ser provocada por la crisis”.
El subsecretario de Estado, David Stilwell, dijo el martes que Estados Unidos podrá responder con sanciones contra funcionarios chinos y empresas estatales por su involucramiento en acciones coercitivas en el Mar del Sur de China.
"Nada está fuera de la mesa”, dijo Stilwell al preguntársele si las sanciones eran una posibilidad, durante un seminario organizado por el Centro para Estudios Estratégicos Internacionales. “Hay espacio para eso. Esto es un idioma que los chinos entienden, acciones demostrativas y palpables”.
A inicios de mes, China dijo que reactivaría las negociaciones con los líderes del sudeste asiático sobre un código de conducta que ha estado pendiente desde el 2002 para evitar incidentes y resolver cualquier accidente en el Mar del Sur de China.
Stilwell urgió una mayor transparencia en el proceso, citando “claras señales de alerta sobre las intenciones de Beijing” tras puertas cerradas, por la forma en que se ha dicho que China presiona a sus contrapartes en el sudeste asiático para que “acepten límites en asuntos de fondo de interés nacional”.