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La presidencia de Biden y la economía impulsan el acercamiento entre Turquía y Arabia Saudita


El presidente de EE. UU., Donald Trump, saluda al presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, en una visita del mandatario turco a Washington en noviembre de 2019.
El presidente de EE. UU., Donald Trump, saluda al presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, en una visita del mandatario turco a Washington en noviembre de 2019.

La inminente asunción al poder del presidente electo de EE. UU., el demócrata Joe Biden, pudiera funcionar como un puente para las relaciones difíciles que han mantenido Turquía y Arabia Saudita por mucho tiempo.

Las relaciones de Turquía con Arabia Saudita parecen estar descongelándose después de años de rivalidad regional, y los líderes de ambos países se comprometieron a mejorar las relaciones bilaterales. Los analistas sugieren que los factores que están llevando a la mejora de los lazos podrían ser asuntos económicos, así como la presidencia entrante de Joe Biden.

"El presidente [Recep Tayyip] Erdoğan y el rey Salman [bin Abdulaziz​] acordaron mantener abiertos los canales de diálogo para mejorar las relaciones bilaterales y superar los problemas", señaló un comunicado de la presidencia turca después de que los dos líderes hablaran por teléfono a principios de noviembre.

La conversación de ambos líderes fue seguida por declaraciones cálidas similares de los ministros de Relaciones Exteriores de Turquía y Arabia Saudita que se reunieron en Níger al margen de una reunión de la Organización de Cooperación Islámica.

"Una asociación sólida entre Turquía y Arabia Saudita será beneficiosa no solo para nuestros países, sino para toda la región", tuiteó el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu.

Erdogan y el príncipe heredero de Arabia Saudita Mohammed Bin Salman han sido rivales acérrimos en el pasado, intercambiando con frecuencia declaraciones directas de enojo mientras persiguen el dominio regional.

El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, en una foto de marzo de 2020.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, en una foto de marzo de 2020.

"Arabia Saudita, y MBS [Mohammed Bin Salman] en particular, intenta ser el líder del mundo árabe", sostuvo el profesor de relaciones internacionales Huseyin Bagci de la Universidad Técnica de Oriente Medio en Ankara.

"Arabia Saudita es un aliado cercano de Estados Unidos, y Donald Trump les dejó las manos libres sin condiciones. Turquía también estaba tratando de ser el líder de los árabes y el mundo islámico, a lo que se oponía Arabia Saudita", dijo Bagci.

Los observadores culpan a esta rivalidad bilateral de agravar los conflictos en Oriente Medio y el norte de África. Pero la aparente victoria electoral de Biden sobre Trump está obligando a los turcos y saudítas a reevaluar.

"Uno de los impulsos [del acercamiento entre Arabia Saudita y Turquía] es la llegada de Joe Biden", dijo el exembajador turco en Catar, Mithat Rende, ahora analista energético regional. "Los sauditas deberían estar preparados para un tratamiento diferente por parte de la administración Biden, por lo que ellos y también los turcos, llegaron a comprender que este empeoramiento de las relaciones, esta crisis en las relaciones bilaterales no es sostenible".

Los analistas también citan factores económicos en el impulso del acercamiento de Turquía con Riad. "Turquía tiene condiciones económicas terribles en este momento, y Arabia Saudita siempre ha sido un aliento de vida para Turquía", dijo Bagci.

"En el pasado, invirtieron y trajeron dinero al país, así que probablemente Turquía también intente renovar las relaciones y hacer algunas concesiones", agregó.

Se informa que Riad ha impuesto un embargo comercial no oficial a los productos turcos. La Asamblea de Exportadores de Turquía dijo que las exportaciones a Arabia Saudita cayeron un 16% hasta octubre de este año a 2,23 billones de dólares.

Pero Ankara parece optimista de un gran avance.

"Esperamos pasos concretos para resolver los problemas en nuestras relaciones comerciales y económicas", dijo el ministro de Comercio de Turquía, Ruhsar Pekcan, citado por el diario Sabah. "Nuestras contrapartes nos dijeron que no había una decisión formal sobre algunos problemas excepcionales".

Cambio de dinámica

En un posible gesto a Riad, los analistas sugieren que Ankara está moderando su retórica sobre el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi.

El asesinato de Khashoggi dentro del consulado de Estambul de Arabia Saudita en 2018 vio a Erdogan asumir un papel de liderazgo en la condena internacional de Riad por el asesinato, que fue ampliamente atribuido a miembros prominentes del régimen saudí.

Un tribunal de Estambul está juzgando a funcionarios sauditas en ausencia por el asesinato de Khashoggi.

Ankara había atraído publicidad al caso, hasta ahora.

La audiencia de la semana pasada no generó comentarios por parte de Erdogan ni de ninguno de los altos funcionarios de su partido, y el caso se aplazó hasta marzo.

"Turquía ha dejado de hacer de esto un problema internacional", observó Emre Caliskan de la Universidad de Oxford de Gran Bretaña. "Parece que Erdogan ha bajado el tono sobre el caso de Khashoggi; esto también sería una indicación de que Erdogan quiere tener una mejor relación con Riad".

Sin embargo, el apoyo de Ankara a la Hermandad Musulmana sigue siendo un obstáculo importante para cualquier restablecimiento de los lazos turco-saudíes.

"Turquía ha apoyado la Primavera Árabe y los sauditas no estaban contentos con eso. El apoyo del movimiento Ikhwan [Hermandad Musulmana], en particular, fue considerado por Arabia Saudita, Egipto y otros reinos del Golfo como una amenaza para sus gobernantes y sistemas ", dijo Rende.

Riad considera a la Hermandad Musulmana como una organización terrorista, una designación que Ankara rechaza enérgicamente.

"No creo que Erdogan rompa su posición sobre la Hermandad Musulmana al menos en un futuro cercano porque este apoyo tiene un impacto directo en la política de Turquía en Libia, Siria y Qatar", dijo Caliskan.

La historia y el pragmatismo serán fundamentales para cualquier acercamiento, predice Caliskan.

"No debemos olvidar que estos dos países tenían una muy buena relación antes de la primavera árabe. Turquía y Arabia Saudita deben aprender a trabajar juntos con sus diferentes agendas y bagajes. Pero cuando se trata de pragmatismo, Erdogan es el campeón del pragmatismo; yo estoy confiado en que Erdogan establecería un diálogo con el liderazgo saudita y viceversa", concluyó Caliskan.

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