La Casa Blanca se defiende de las críticas que le rodean por la reapertura de un centro de reasentamiento temporal, en Carrizo Spring, Texas, para recibir a menores no acompañados que llegan a la frontera.
Jen Psaki, portavoz del presidente Joe Biden, aseguró en rueda de prensa que los niños no serán encerrados en “jaulas”, una política duramente criticada durante las administraciones de los expresidentes Barack Obama y Donald Trump.
La funcionaria dijo el miércoles que la Casa Blanca escogió la "opción intermedia" entre dos posibilidades.
"Lo que no haremos es separar a estos niños de sus familias, que fue lo que hizo la administración anterior... lo que estamos haciendo es trabajando lo más rápido posible para procesar a estos niños en estas instalaciones del Departamento de Salud -que han sido reacondicionadas, que tienen servicios médicos y educativos disponibles- hasta que los podamos transferir a sus familiares [en Estados Unidos]", explicó.
Lo que no haremos es separar a estos niños de sus familias, que fue lo que hizo la administración anterior"
Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) instó este miércoles a la Administración Biden a brindar "completa transparencia" sobre las condiciones de los menores, la mayoría de ellos provenientes de México y Centroamérica, con edades entre 13 y 17 años.
“Las organizaciones independientes y los abogados deben tener acceso para monitorearlos, deben ser administrados por proveedores responsables sin fines de lucro y deben cerrarse tan pronto como lo permita la salud pública”, expresó Naureen Shah, consejero de defensa de ACLU.
De acuerdo con datos oficiales, 6.800 menores estaban bajo custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) hasta el 18 de febrero, pero funcionarios de esa cartera dijeron a la Voz de América que estos números cambian "día a día", y que esperan que la mayoría de los niños sean puestos bajo la tutela de “patrocinadores adecuados” en un período de 30 días.
Según la ley estadounidense, las personas menores de 18 años que llegan la frontera a solicitar protección deben ser puestas bajo el cuidado de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), 72 horas después de haber tenido en contacto con la Patrulla Fronteriza, algo que Psaki aseguró es el objetivo.
La ORR afirmó en un comunicado que los menores no acompañados reciben "atención integral y adecuada" y que inmediatamente después de su llegada a estos centros se ponen en contacto con sus "patrocinadores", que normalmente son familiares que viven en Estados Unidos, mientras sus casos son procesados ante un juez inmigratorio.
Para activistas como Jennifer Podkul, representante de la organización Niños en Necesidad de Defensa (KIND, por sus siglas en inglés) "es mucho mejor que un niño esté en una instalación temporal manejada por la ORR, a que esté en un centro de detención de la Patrulla Fronteriza, o en peligro, en un campamento en el norte de México".
Podkul dijo a la VOA que la llegada de estos inmigrantes responde al revés que sufrieron las políticas de la Administración Trump que daban luz verde a la deportación de menores, al ser rescindidas por un juez federal, en noviembre de 2020.
Según la ACLU unos 13.000 menores que llegaron a pedir protección en la frontera fueron expulsados del país bajo la política de "tolerancia cero" del gobierno de Trump.
Reacciones en el Congreso
“Esto no está bien, nunca ha estado bien y nunca estará bien, no importa el gobierno o el partido”, escribió en un tuit Alexandra Ocasio-Cortez, una de las representantes del ala progresista del partido demócrata.
Republicanos como Marco Rubio también reaccionaron a la posibilidad de que otro centro para menores, en Homestead, Florida, sea reabierto, según una publicación del diario Miami Herald. Para el senador, la medida significaría “encerrar a niños en jaulas”.
Esto no está bien, nunca ha estado bien y nunca estará bien, no importa el gobierno o el partido”
Alexandra Ocasio-Cortez, congresista de EE.UU.
En medio de las críticas, senadores demócratas presentaron, este miércoles, una propuesta legislativa titulada Ley de Protección de Niños bajo detención (PROKID) que busca establecer lineamientos para la protección de menores en custodia del gobierno.
“Al construir la estructura necesaria para desarrollar pautas y estándares de cuidado reflexivos para las personas, las familias y los niños, podemos asegurarnos de que estos niños y familias, muchos de los cuales huyen de dificultades inimaginables en busca de una vida mejor, sean tratados con dignidad y cuidado cuando lleguen a nuestras fronteras ", dijo Kirsten Gillibrand, una de las coautoras del proyecto de ley.
Entre octubre de 2020 y enero de este año, cerca de 20.000 menores entraron en contacto con la funcionarios de la Patrulla Fronteriza, pero solo cerca de 7.000 de ellos están bajo custodia del gobierno, según datos oficiales.
