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Organizaciones proinmigrantes advierten de temor a la vacunación contra el COVID-19


En esta foto de archivo, una persona de la tercera edad recibe una vacuna COVID-19 en el gimnasio de Corona High School en la ciudad de Corona, California, en el condado de Riverside, el 15 de enero de 2021.
En esta foto de archivo, una persona de la tercera edad recibe una vacuna COVID-19 en el gimnasio de Corona High School en la ciudad de Corona, California, en el condado de Riverside, el 15 de enero de 2021.

El miedo a la deportación y la falta de acceso a plataformas digitales son los obstáculos identificados por los activistas.

De acuerdo con estadística de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), los inmigrantes, así como la comunidad afroestadounidense, son los grupos étnicos raciales más afectados por la pandemia en Estados Unidos.

De hecho, organizaciones a favor de las libertades civiles advierten sobre la falta de acceso a la vacuna por parte de grupos sociales provenientes de otros países y que forman parte de la fuerza laboral en áreas rurales del país. Algo que confirma Luz Gallegos, directora del Centro Legal TODEC que empodera a las comunidades de inmigrantes marginadas.

De acuerdo a Gallegos “Muchos tienen miedo porque no tienen la educación e información necesaria. Otro tema es la tecnología, que todo está en línea. La conectividad aquí en nuestras zonas rurales es muy mala”.

Otro impedimento que resalta la representante de TODEC, así como los mismos inmigrantes irregulares, es el tema de la barrera del idioma y el temor a que los datos que compartan para obtener la vacuna los convierta en blanco fácil para las autoridades migratorias.

Adolfo Luna, trabajador agrícola en California confirmó este temor, “Nos da pendiente que empiecen a tomarnos nuestros datos y mañana, Dios no lo quiera, nuestra información llegue a inmigración. Eso es muy preocupante para nosotros”.

Para calmar las inquietudes de la comunidad migrante irregular, recientemente, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) emitió una declaración afirmando que, “apoyan plenamente el acceso equitativo a las vacunas contra el COVID-19 y los sitios de distribución de vacunas para inmigrantes indocumentados”.

Simultáneamente el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) emitió un comunicado afirmando que “ellos no llevan a cabo operaciones de inmigración en los lugares en que se está aplicando la vacuna”.

Si bien los anuncios se han dado como parte de la nueva política migratoria de la administración de Joe Biden, el desafío persiste en particular entre los inmigrantes latinos, quienes forman una gran parte de la fuerza laboral en industrias donde tienen un riesgo significativo de exposición.

América Aguilera, una trabajadora agrícola afirmó que valoran las campañas, sobre inmunización, que se llevan hasta sus lugares de trabajo, ya que de lo contrario permanecerían aislados.

“Trabajamos desde que el sol aún no ha salido hasta que oscurece. Entonces, llegamos a casa cansados y luego navegar por Internet, esperar en el teléfono no es fácil. Esta es una buena oportunidad para nosotros", puntualizó Aguilera.

Por otra parte, activistas de instituciones como el Consejo Nacional la Raza y el Centro para cerrar la brecha en salud en Cincinnati, identifican la falta de confianza en el sistema de salud, como otra razón para que las minorías no estén a favor de vacunarse.

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