Son las 8.00 de la mañana en Managua y un grupo de agentes de la fuerza pública suben rápidamente a una camioneta para cambiar de turno con otros que los llegan a relevar. Los que se van han permanecido toda una noche en el perímetro de un sector de la Carretera Sur en la capital nicaragüense.
A tan solo 100 metros del lugar se encuentra la vivienda de precandidata presidencial Cristiana Chamorro, la cual fue allanada por orden de un juez de Managua que también ordenó prisión preventiva, tras haberse iniciado una investigación en su contra por supuesto delito de lavado de activos por medio de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro.
El allanamiento se ejecutó el pasado jueves 3 de junio y es la acción más reciente en su contra, después de un sinnúmero de ataques verbales y campañas de desprestigio por parte de fanáticos del gobierno del presidente Daniel Ortega, impulsados por la vicepresidenta Rosario Murillo, según han dicho sus críticos. ¿La razón? “Su historia”, responden.
La historia
Chamorro es una historiadora nacida en Managua en 1954. Creció en el seno de una familia privilegiada. Hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, quien se convirtió en la primera mujer en Latinoamérica en gobernar una nación tras derrotar a Daniel Ortega en las urnas en 1990, y de Pedro Joaquín Chamorro, director del diario La Prensa asesinado en 1978.
Hoy nuevamente pareciera que la historia se repite. Cristiana Chamorro aspira a competir con el mismo Ortega, quien llegó nuevamente al poder en 2007, tras la división de la oposición en ese entonces.
Algunos disientes opinan que la derrota electoral a Ortega en 1990 representó un duro golpe y “un trauma fuerte para el ego” del mandatario, que aún no lo supera.
La exguerrillera sandinista Dora María Téllez subraya a la Voz de América que Ortega ha desatado su “odio” contra Cristiana Chamorro “porque teme ser procesado por los crímenes de lesa humanidad y los actos de corrupción que se han dado bajo su administración”.
“A mí me parece que el problema fundamental no es el trauma por haber sido derrotado, es la perspectiva que sabe que le puede esperar después de haber cometido crímenes de lesa humanidad si él pierde el poder”, dijo Téllez.
“En el fondo está este asunto de por medio. Ortega tiene que enfrentar acusaciones de lesa humanidad, aquí o fuera de Nicaragua, y por otro lado Ortega tiene a la cabeza un grupo económico que ha construido del dinero venezolano y al perder el poder le puede significar una investigación sobre corrupción y lavado de dinero que también puede ponerlo en una situación delicada y comprometida”, valora la exguerrillera sandinista.
Téllez señala que Ortega tiene temor de enfrentarse en la vía electoral a Cristiana Chamorro pues, a diferencia de las encuestas de 1989 que proyectaban una victoria al líder de izquierda, en esta ocasión hay más de un 70 por ciento de nicaragüenses que ha dicho firmemente que quieren un cambio.
“El Ortega de hoy sabe que va a perder porque por lo menos el 70% dice con toda claridad que quiere un cambio. Quiere democracia con justicia y esto es exactamente lo que Ortega le teme”.
Añade que el alto nivel de popularidad de Cristiana Chamorro en las encuestas “lo puso más aterrorizado, porque además está el fantasma de 1990, pero más que eso el fantasma de la derrota de doña Violeta Chamorro”.
Y considera que la figura de Cristiana representa la derrota, aún en los mismos seguidores de Ortega y su candidatura “desmoraliza a la familia Ortega- Murillo y la familia dictatorial no podía tolerar y por eso han actuado con una maquinaria de medios y después con toda la maquinaria institucional contra Cristiana Chamorro”.
El periodista Daniel Morcate, quien entrevistó a la expresidenta Violeta Barrios años atrás, escribió en un artículo en el que relató la frustración que Ortega sintió al perder el poder en 1990.
“La anécdota me la refirió doña Violeta durante una visita de trabajo que hice a su casa”, cuenta Morcate. “Ahí mismo donde vos estás sentado, se sentó Daniel a llorar como un niño”.
“Con el instinto maternal que la caracterizaba, doña Violeta se apiadó de Daniel Ortega a pesar de que éste había ejercido como dictador durante una década y no quería soltar el poder una vez superado por ella en las elecciones de febrero de 1990”, escribió Morcate.
“Cristiana ha subido como la espuma”
Claudia Lucía Chamorro Barrios, hija mayor de la expresidenta Violeta Barrios, coincide con Dora María Téllez sobre el terror que ha despertado la candidatura de su hermana Cristiana a Daniel Ortega y lo dice con firmeza.
“Esto es muy sencillo y voy a usar una palabra nicaragüense: el hombre (Ortega) está cagado. Se cagó de miedo, de pánico, porque Cristiana ha subido como la espuma. Sola. No ha aparecido con el tropel de gente, ni con el montón de paramilitares que camina Ortega. Solo ella, vestida de azul y blanco y claro, detrás de ella está la sombra de mi mamá y mi papá que nos protege”, relató.
“Rosario y Daniel que conocieron bien a mi mamá, nos conocieron bien a todos, están muertos de miedo porque esa mujer sola, viuda para remate, sube como la espuma. Entonces, ¿qué hicieron?, lo que les resulta más fácil, y son ellos los que se están metiendo el cuchillo, porque a ella la pueden tener presa pero se están metiendo el cuchillo”, añade la hermana mayor de Cristiana.
Persecución
Según Dora María Téllez el surgimiento de la precandidatura de Cristiana Chamorro, que “rápidamente captó la atención de una parte importante de las familias nicaragüenses, obligó a Ortega a tomar medidas drásticas por el fantasma de la derrota”.
“Más que el fantasma de la derrota de doña Violeta Chamorro para Ortega , el surgimiento de Cristiana es asociada por los seguidores de él como una derrota inminente. Desmoraliza a la familia Ortega-Murillo, y la familia dictatorial no podían tolerar, por eso han actuado con una maquinaria de medios y después con toda la maquina institucional contra Cristiana”.
La persecución, como llaman los opositores a los procesos judiciales contra Cristiana Chamorro, inició hace menos de un año cuando ella dijo públicamente a través de un artículo de opinión en el diario La Prensa, del cual es vicepresidenta, que aceptaría el reto de enfrentar a Daniel Ortega en los comicios de noviembre, tras aparecer como como la favorita en las encuestas pese a no encontrarse en ninguna fila partidaria, ni tampoco verse involucrada en las manifestaciones antigubernamentales.
Usarán los medios institucionales para el fraude
Según la exguerrillera Téllez, Ortega está utilizando una arma fácil que usó en 2018 con los manifestantes políticos que fueron arrestados.
“Está usando a la Fiscalía, que ha acusado a centenares de nicaragüenses, que fabricó pruebas contra los presos políticos para que los asesinaran, violaran. Esos fiscales son sicarios, son criminales como los paramilitares”.
“Todo con un objetivo: de que Chamorro no sea candidata en las elecciones. Primero la insultaron, luego quisieron que se fuera del país, pero como Cristiana no se exilió, ahí se mantuvo, fueron contra ella”, finalizó Téllez.
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