Los asesores de seguridad del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, alertaron que “es probable que se produzca otro ataque terrorista en Kabul”, indicó el viernes la Casa Blanca en un comunicado.
Biden se reunió en la Casa Blanca con asesores de Seguridad Nacional, altos mandos del Pentágono y de manera remota con diplomáticos sobre el terreno, un día después de que un atentado en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul sembrara el pánico y se cobrara la vida de decenas de personas.
El atentado del jueves, en el que murieron al menos 79 afganos y 13 soldados estadounidenses, fue reivindicado por militantes de el grupo Estado Islámico del Gran Jorasán (ISIS-K), la filial afgana del grupo yihadista, que se ha erigido en enemiga tanto de Occidente como de los talibanes.
El incidente interrumpió las labores de evacuación que las fuerzas de EE. UU. lleva a cabo tras la toma de Kabul el 14 de agosto por las fuerzas del Talibán. Está previsto que la totalidad de las tropas estadounidenses se retiren de Afganistán antes del 31 de agosto.
“Los próximos días de esta misión serán el período más peligroso hasta la fecha”, indica el comunicado en el que también se precisa que "se están tomando las máximas medidas de protección" en el lugar.
En la reunión estuvieron también la vicepresidenta Kamala Harris, el secretario de Estado, Antony Blinken, el jefe del Pentágono Lloyd Austin, el secretario de Seguridad Nacional, Jake Sullivan y otros altos funcionarios.
Más tarde, también el viernes, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, habló con los periodistas de la complicada situación en Kabul, que actualmente se mantiene en relativa calma gracias a un pacto de no agresión entre los talibanes y Washington, tal y como reconoció el jueves el propio Biden.
A una pregunta sobre si no le parece una ironía que EE. UU. tenga que contar con el Talibán para cubrirse de los ataques de ISIS-K en Kabul, Psaki dijo: “Estas son las circunstancias que enfrentamos”, pues, explicó, el hasta hace poco enemigo en el campo de batalla es ahora quien controla la mayor parte del país.
Igual de contundente se mostró la portavoz al ser preguntada por el significado exacto del mensaje lanzado ayer por Biden a quienes perpetraron la matanza: "no perdonaremos, no olvidaremos; les vamos a dar caza, pagarán por ello".
"Creo que dejó claro ayer que lo que no quiere es que sigan vivos sobre la faz de la Tierra", zanjó.
Críticas de la oposición
Los republicanos no han dejado solo en críticas la gestión de Biden en el retiro de las tropas. El jueves, tras conocerse la muerte de los marines estadounidenses, la senadora republicana por Tennssee, Marsha Blackburn, pidió la renuncia del mandatario demócrata y otros altos cargos de la administración.
“Joe Biden, Kamala Harris, Antony Blinken, Lloyd Austin y el general Milley deberían renunciar o enfrentar un juicio político y destitución”, dijo Blackburn en un tuit.
La senadora fue más lejos en sus acusaciones: “El secretario de Defensa, Lloyd Austin, sabía que los estadounidenses estaban varados y no pudieron llevarlos a casa. Debería dimitir”, afirmó.
El viernes el líder de la minoría republicana en la Cámara de representantes, el senador Kevin McCarthy también criticó duramente a Biden: "Para ser comandante en Jefe se necesita la fe, la confianza y el apoyo del pueblo estadounidense. El presidente Biden perdió los tres ayer".
McCarthy también llamó a la presidenta de la Cámara, la demócrata Nancy Pelosi, a convocar una reunión urgente en el Congreso con el fin de aprobar un proyecto de ley que ha lanzado el representante republicano por Wisconsin, Mike Gallagher, exigiendo que EE. UU. solo retire sus tropas cuando todos los estadounidenses que quieran irse de Afganistán lo hayan conseguido.