El gobierno de Estados Unidos ha publicado una guía para que los agentes de inmigración tomen en cuenta, caso por caso, a quién deportar y a quién no, atendiendo principalmente a los que constituyan una amenaza para la seguridad del país.
“Por primera vez, nuestras pautas, en la búsqueda de la seguridad pública, requerirán una evaluación del individuo y tomarán en cuenta la totalidad de los hechos y circunstancias”, dijo el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), Alejandro Mayorkas, en un memorando.
El anuncio se adhiere a las promesas de campaña del presidente Joe Biden de poner un enfoque más humanitario al tema de la inmigración, en contraste, como ha subrayado repetidas veces, con su predecesor, el republicano Donald Trump.
Al evaluar cada caso, explica el memorando, los agentes deberán de tener en cuenta los atenuantes de la persona en cuestión. Mayorkas recalcó que entre los no ciudadanos hay personas que han trabajado en la primera línea contra la pandemia, lideran congregaciones de fe o enseñan en las escuelas.
Una referencia puntual es la de los dreamers, o “soñadores”, unos 640.000 inmigrantes que batallan desde hace años por hacerse con la ciudadanía estadounidenses sin que este paso llegue a ser aprobado por el Congreso.
“El hecho de que un individuo sea un no ciudadano removible no será por sí solo la base de una acción de ejecución en su contra”, explicó Mayorkas.
La pasada administración implementó duras políticas migratorias, que se tradujeron en el atraso de miles de casos de solicitudes de asilo, la construcción de un muro fronterizo y la implementación del Título 42, una recomendación de las autoridades sanitarias que permite la expulsión inmediata de los inmigrantes a fin de evitar la propagación del COVID-19.
Sin embargo, el presidente Biden ha sido criticado por destensar la política anterior. Los republicanos lo acusan de crear una crisis en la frontera sur, lo que se vio agudizado con la reciente llegada de miles de inmigrantes, principalmente haitianos, por el lado mexicano limítrofe con Texas.
Biden ha negado que haya “una crisis”, aunque la Casa Blanca aceptó la semana pasada que la situación con los haitianos suponía "un desafío”.
El memorando insiste en que las pautas para aplicar la ley de inmigración necesitan proteger los derechos y libertades civiles.
“Estas nuevas pautas permitirán al @DHSgov lograr de la manera más eficaz nuestra misión de hacer cumplir la ley y, al mismo tiempo, promover el bienestar de nuestro país reconociendo las invaluables contribuciones de millones de personas que forman parte del tejido de nuestras comunidades”, dijo Mayorkas por medio de un tuit.
Se espera que la nueva guía entre en vigor el próximo 29 de noviembre, y el secretario Mayorkas emitará nuevos comentarios al respecto.
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