Una empresa privada del estado venezolano de Zulia, el más poblado del país suramericano, solicitó a las autoridades una licencia para importar hasta seis millones de litros de diésel desde Colombia, si bien un experto considera que el plan no tiene asidero.
En Venezuela, el sector privado insiste en ofrecerse para mitigar la escasez de gasoil, que obliga a cientos de transportistas venezolanos a mantenerse en kilométricas filas en las estaciones de servicio para surtirse. La crisis ha mermado la actividad productiva, según voceros empresariales.
El desabastecimiento de gasoil o diésel ha impactado negativamente en el transporte de carga pesada, de alimentos desde el campo venezolano y de pasajeros desde hace tres años, con énfasis desde noviembre de 2020.
Carlos Fernández Gallardo, presidente de Fedecámaras, la principal asociación empresarial del país, dijo el jueves que la propuesta de importación privada de combustible desde Colombia había nacido de una sola empresa, que no identificó, y adelantó que el gobierno venezolano todavía no la ha aprobado.
Una publicación periodística afirmó en la víspera de un directorio nacional de Fedecámaras que su organización era la que había recibido la licencia, lo cual negó. “No hemos sabido de que eso (la solicitud de esa sola empresa) haya llegado a su final”, comentó Fernández en una conferencia de prensa en Maracaibo.
Destacó que el empresariado venezolano ha presentado varias propuestas para aliviar lo que calificó como “una necesidad clara y evidente de combustible” en el país, entre las que mencionó la construcción de mini refinerías o la rehabilitación de refinerías con capital privado.
Fernández Gallardo recordó que, hasta el momento, está vigente una ley que reserva al Estado venezolano el monopolio de la comercialización de hidrocarburos líquidos.
“Nos corresponde ayudar a resolver los problemas del país. Donde haya alguna necesidad, siempre va a haber un comerciante o un oferente de servicio brindando oportunidades para que esa persona o empresa la cubra”, expresó.
Ezio Angelini, presidente de Fedecámaras en Zulia, limítrofe con Colombia, detalló un día antes que “una empresa local de distribución de combustible” esperaba que le otorgaran pronto el permiso para distribuir hasta seis millones de litros de diésel de Colombia para “el sector primario y ayuda humanitaria”.
Respaldó esa medida, según un comunicado difundido por su despacho, al considerar que productores, como los agricultores, se beneficiarían de ella.
Panorama sin mejoras
El gobierno de Venezuela, presidido por Nicolás Maduro, culpa de la escasez de combustible a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos contra instituciones del Estado y particularmente al sector petrolero público y privado.
Esas restricciones incluyen el veto a los intercambios de diésel por crudo relacionados con Venezuela desde el último trimestre de 2020. El principal proveedor, Reliance Industries, de la India, suspendió sus despachos a Venezuela, que, aunque escasos, todavía vende el diésel más económico del mundo: un litro de gasoil cuesta apenas décimas de centavos de dólar o 0,1 bolívar.
En abril pasado, Maduro se comprometió con agricultores venezolanos a resolver la escasez de ese tipo de combustible a través de la producción interna. “Yo espero resultados rápido. En 72 horas quiero ver el mapa de abastecimiento para los productores y regularización. No hay excusa. Vamos a regularizar”, dijo.
Pero, seis meses después, el panorama no mejora. “El diésel es el combustible más fácil de producir. No debería haber problemas, pero como ha habido muchas fallas en las refinerías, ha mermado la producción”, explicó a la Voz de América el exgerente financiero de la estatal Petróleos de Venezuela, Gilberto Morillo.
Julio César Vera, analista del sector petrolero colombiano y presidente de la Fundación Xua Energy, opina que su nación “no tiene excedentes suficientes” para abastecer a Venezuela en una coyuntura de escasez como la actual.
“Básicamente, nosotros estamos hoy cubriendo nuestro abastecimiento interno con importaciones que el país tiene que realizar y, además, la demanda interna aún no llega un proceso de estabilización total” de su mercado, dice a la VOA.
Valora la iniciativa de exportar diésel a Zulia como “buena” para Venezuela, pero “muy difícil” de cubrir para Colombia por el crecimiento de la demanda interna, la necesidad de importación de combustibles y la inexistencia de excedentes para cubrir mercados internacionales, así sean vecinos.
[Jairo Chacón colaboró con información desde Colombia]
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