El cambio de rumbo hacia la izquierda marcó las elecciones de América Latina en 2021, mientras algunos gobiernos, como los de Argentina y México, mantuvieron el poder con tropiezos en las votaciones. También, hubo cuestionamientos internacionales sobre la naturaleza democrática de los comicios en Nicaragua y Venezuela.
El escenario político latinoamericano vivió este año el “clásico péndulo”, con los electores inclinándose “de un extremo al otro”, explicó el especialista en relaciones internacionales Félix Arellano a Voz de América.
A su juicio, influyeron en las elecciones situaciones estructurales de cada país, como la exclusión de sectores históricamente marginados y la pobreza.
Estima que el caso más sorpresivo fue Chile, del cual había una percepción de presunta prosperidad y avances en temas igualitarios.
“Eso no era tan cierto”, apuntó Arellano, luego del reciente triunfo del izquierdista Gabriel Boric.
En países como Argentina y México, subraya, entraron en juego los usuales cuestionamientos de políticas oficiales y del mal manejo de la pandemia de COVID-19.
Juan Francisco Contreras, presidente del gremio de expertos en relaciones internacionales de Venezuela, destaca la desmotivación del electorado en países como Perú, Honduras y Chile, cuyos candidatos con opciones de triunfo estaban involucrados en denuncias de corrupción o de un pasado político turbulento.
“Hay una honda preocupación por la democracia de América Latina”, dijo a la VOA.
Nicaragua y Venezuela son casos distintos, pues, a su juicio, sus procesos electorales de noviembre no tuvieron visos democráticos, dijo, y advirtió que hay países, como Perú o Argentina, donde los gobernantes de turno no cuentan con mayoría parlamentaria. Eso, augura, traerá inestabilidad en la región.
Eric Farnsworth, vicepresidente del Americas Society / Council of the Americas y ex funcionario de la Casa Blanca y del Departamento de Estado de Estados Unidos, valoró que los países latinoamericanos votaron contra el statu quo.
Farnsworth dijo en Twitter que se está observando en varios países de América Latina “una marea anti statu quo”, sin ningún mandatario aspirando a la reelección en los comicios de este año. No se trata del caso de Nicaragua o Venezuela, porque, consideró, “aquellos con el control [del país] no lo permitirían”.
A continuación, un recuento de los resultados de las elecciones celebradas en 2021 en siete países del continente americano:
México: izquierda firme
México realizó en junio de este año las que son consideradas las elecciones más grandes de su historia: el país votó para seleccionar a 500 diputados del Congreso, 15 gobernadores y al menos 20.000 cargos municipales.
Morena, el partido del presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador, perdió, junto a otros movimientos aliados, la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, pero se ratificó como la primera fuerza política del país.
En lo nacional, el partido de gobierno triunfó en 11 de las 15 gobernaciones en juego. Morena, sin embargo, redujo su número de diputados de 256 a 197, por lo que necesita de alianzas políticas para seguir gobernando.
Argentina: oposición de centroderecha da varapalo al oficialismo
Argentina celebró sus elecciones de medio término el domingo 14 de noviembre. La oposición de centroderecha se impuso en las votaciones para renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado con nueve puntos de ventaja sobre el gobernante movimiento Frente de Todos.
Fue una derrota notoria del oficialismo, que había vencido a sus detractores, también por nueve puntos, en las elecciones presidenciales de hace dos años.
El peronismo perdió el control del Senado, donde gozaba de quórum propio.
El presidente Alberto Fernández consideró como “un triunfo” haber obtenido un mejor resultado que el logrado en las primarias de septiembre.
El oficialismo logró remontar tres puntos en la clave provincia de Buenos Aires, que lo mantuvo como primera fuerza en la cámara de diputados. En un país donde el voto es obligatorio, solo votó el 71% del electorado registrado.
Perú: cambio de rumbo a la izquierda
Perú giró políticamente a la izquierda en sus elecciones presidenciales de este año. El domingo 6 de junio, 18,8 millones de electores peruanos votaron en la segunda vuelta de unos comicios donde triunfó el izquierdista Pedro Castillo ante su rival, Keiko Fujimori, la hija del expresidente Alberto Fujimori.
La elección fue tan reñida que el poder electoral de Perú tardó nueve días en anunciar resultados oficiales. Castillo, docente y dirigente sindical, derrotó a su contrincante por solo 44.000 votos de diferencia. Asumió el cargo en julio.
Su triunfo sucedió a un turbulento período político en esa nación. Pedro Pablo Kuczynski renunció a la presidencia en 2018 por un escándalo de corrupción, mientras que su sustituto, el primer vicepresidente Martín Vizcarra, fue destituido en 2020 por el Congreso por incapacidad moral. Entonces, el líder del Congreso asumió la banda presidencial por cinco días hasta que se designó a Francisco Sagasti como presidente de ese cuerpo legislativo y de la nación.
Si bien Pedro Castillo ganó la presidencia, la oposición obtuvo la mayoría de los escaños del Congreso en las elecciones de abril de 2021, cuando también se celebró la primera vuelta de las presidenciales. La alianza de partidos de derecha y ultraderecha de Perú suele tener, en promedio, 80 legisladores a favor, mientras que la coalición oficialista tiene cerca de 50 escaños para sí.
Chile: la irrupción de la izquierda
El izquierdista Gabriel Boric rompió tres décadas de alternancia en el poder de los dos grandes bloques políticos de Chile, la centro derecha y la centro izquierda, al ganar en las presidenciales del 19 de diciembre con un margen de nueve puntos sobre su rival, el candidato derechista José Antonio Kast.
Boric, que cumplirá 36 años en febrero, será el presidente chileno más joven de la historia cuando se juramente en su cargo en marzo de 2022. Ningún otro candidato presidencial había logrado 4,6 millones de votos a su favor.
El mandatario electo sucederá a Sebastián Piñera, de centro derecha, luego que su mandato viviera en 2019 convulsas manifestaciones de calle en contra, que derivaron en la redacción de una nueva constitución nacional.
Honduras: los Zelaya de vuelta
Xiomara Castro, esposa del expresidente izquierdista Manuel Zelaya, ganó las elecciones a la primera magistratura de Honduras de noviembre pasado.
De acuerdo con los resultados anunciados por el poder electoral del país centroamericano, Castro obtuvo 51,12% de los votos contra 36,93% de Nasry Asfura, candidato presidencial del gobernante Partido Nacional.
La pareja de Castro, el expresidente Zelaya, gobernó Honduras entre 2006 y 2009 con mayores cercanías con Cuba y Venezuela que con Estados Unidos. Su mandato culminó con un golpe de Estado que involucró acciones y decisiones de las Fuerzas Armadas, que lo expatrió, la Corte Suprema y el Congreso.
Zelaya dijo recientemente a VOA que su esposa y presidenta electa forma parte de “la nueva izquierda” y garantizó que ve a Estados Unidos como “el mejor aliado de Honduras en todos los campos”.
Zelaya había acusado a la oposición hondureña de hacer fraude en las elecciones de 2017 con apoyo del expresidente estadounidense Donald Trump.
Venezuela: dominio de la “minoría”
El partido de gobierno en Venezuela ganó 19 de las 23 gobernaciones en disputa en las votaciones regionales de noviembre, así como la mayoría de las 335 alcaldías del país. La oposición al presidente Nicolás Maduro logró 120 municipalidades (su mejor registro desde 1999) y tres gobernaciones.
Politólogos y especialistas en elecciones apuntaron, sin embargo, que la oposición venezolana había superado en votos totales al oficialismo y subrayaron que el Gran Polo Patriótico, leal a Maduro, había ganado solo cinco de sus gobernaciones por más del 50% de los votos en esos estados.
Las divisiones y la multiplicidad de candidaturas opositoras le impidieron ganar entre 10 y 20 gobernaciones a quienes detractan a Maduro, según proyecciones de dirigentes políticos, analistas e incluso el llamado chavismo crítico.
Un grupo de ex ministros de Hugo Chávez advirtieron esta semana que el Partido Socialista Unido de Venezuela se confirmó como “la primera minoría”.
Entre denuncias de ventajismo oficialista e inhabilitaciones quirúrgicas, un fallo judicial anuló la victoria del candidato opositor en Barinas, donde nació Chávez, ordenando repetir la elección. Ese caso ha empañado de tintas antidemocráticas las votaciones, según la oposición y voceros de la comunidad internacional. El chavismo crítico acusó a Maduro de “pisotear la soberanía popular”.
Nicaragua: autoritarismo aplastante
El líder sandinista (izquierda) Daniel Ortega se reeligió en Nicaragua en las elecciones de noviembre pasado, con 75,92% de los votos totales.
Ortega aseguró su cuarto mandato consecutivo en la presidencia, mientras la comunidad internacional, casi en pleno, cuestionó la votación debido al arresto, inhabilitación, exilio forzado y asedio judicial contra siete de los principales candidatos opositores y sus movimientos políticos.
La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas consideró que el deterioro de los derechos civiles y políticos excluyó a los nicaragüenses, valorando asimismo que las elecciones no ocurrieron en un ambiente propicio para que se le consideraran “auténticas y libres”.
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