La energía se desborda en el grupo de mujeres que cada semana llega a la piscina de un condominio, ubicado en el suroeste de Miami. Algunas rondan o ya están en la tercera edad y los años no las detienen para emprender su actividad física de forma rutinaria.
“Realmente me motivé a continuar cuando vi que personas con 25 años más que yo, tienen todavía más estímulo y más ganas de vivir que yo”, dice la venezolana Isa González en entrevista con la Voz de América.
Ella comenzó -explica- impulsada por los deseos de aminorar las dolencias de su cuerpo.
“Una vida social muy entretenida”
El grupo se llama “Mujeres en Movimiento” y lo fundó la entrenadora y emprendedora mexicana Eva Contreras hace casi 12 años. No le gustaba el modo generalizado en que en algunos gimnasios entrenan "a todas las mujeres". Por eso lidera además un grupo de yoga en el parque de la biblioteca pública de Westchester.
“Nosotras nos conocíamos por unos gimnasios [en] que trabajaba yo y les daba clases a diferentes lugares acá en Miami. Y en algún momento decidí irme de los gimnasios e independizarme y alguna de ellas dijo: ‘bueno, vamos a seguir reuniéndonos como grupo’ y decidimos empezar en un parque público”, comenta.
Llegan a las 9:00 am a la piscina de Coral Haven, muy cerca de la Universidad Internacional de la Florida (FIU). Los vecinos pasan y algunos se quedan contemplando la valentía que tienen al entrar al agua fría a esa hora, la algarabía de sus voces y su fiesta diaria.
Raisa Martínez es cubana. Viene desde un hospicio, la traen en una silla de ruedas. No quiere dejar los entrenamientos. “Aparte de los ejercicios, es una vida social muy entretenida porque son personas de mi edad, hacen muchas actividades además de los ejercicios, actividades sociales, la pasamos muy bien”, explica a la VOA.
Mantener la vitalidad
Los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) indican que “la actividad física regular es importante para la buena salud”.
Entre otras aseveraciones, la institución científica establece que la actividad física “reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes en mayor medida que la pérdida de peso por sí sola”.
La reducción del peso corporal, de la presión arterial alta y la posibilidad de reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y los ataques cardiacos son algunos de los beneficios enumerados por los CDC.
“Recientemente me diagnosticaron una artritis severa y gracias a Dios que las encontré porque, emocionalmente, es el mejor equipo que puedes tener, mejor que cualquier joven, y físicamente es una maravilla el ejercicio en el agua para la artritis”, relata Isa.
La salud mental también lleva un premio con la actividad física. Así lo confirma la cubana Ana Mas. “Yo tuve un evento trágico en mi vida, la pérdida de mi hijo, y caí en una depresión muy honda. Desde que estoy aquí en el grupo es otra cosa”.
La preparadora, Eva, da testimonio del avance de sus “alumnas”. “Personas que me llegaron hace 10 años con menos masa muscular, con más grasa abdominal y que ahora están en mejor forma y que tienen 90 años… tengo mujeres de 90 años trabajando”, celebra.
La ‘coach’ explica con su misma vida la interculturalidad del grupo. Estudió en México y se fue con 20 años a Cuba, donde cursó estudios en el Instituto Superior de Cultura Física Manuel Fajardo y alcanzó un máster en Pedagogía de la motricidad. Luego regresó por muchos años a su país natal y más tarde se radicó en Miami.
“Yo me paro en las mañanas con ganas de venir, quisiera venir los 5 días de la semana, los 7 días de la semana”, asegura Isa.
“He encontrado una hermandad, que es muy importante en una situación así”, señala Ana tras salir de la piscina.
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