Italia pasó el domingo una página de su historia al elegir una coalición de extrema derecha encabezada por Giorgia Meloni, cuyo largo historial de ataques contra la Unión Europea, las minorías y los inmigrantes genera preocupación en Occidente. Iacopo Luzi tiene la historia.

Los votantes italianos rompieron varios precedentes este domingo, respaldando a partidos que ahora formarán el gobierno más derechista desde la caída del fascismo y su líder, Benito Mussolini, en 1945.

Un gobierno que será casi seguramente encabezado por una mujer por primera vez: Giorgia Meloni, con un largo historial de ataques contra la Unión Europea y los inmigrantes y una fuerte defensa de la familia tradicional, ha sembrado preocupación sobre la confiabilidad de la nación en la alianza occidental.

Frente al abstencionismo más alto de la historia, solamente un 63% de participación y una izquierda muy dividida que no pudo enfrentar la compacidad de la coalición de derecha, Meloni y sus aliados ganaron las elecciones con solo el 44% de los votos.

Meloni es una firme partidaria de Ucrania, pero sus aliados admiran profundamente al presidente Vladimir Putin y han criticado las sanciones contra Rusia. Según el analista Diego Battistessa, el apoyo de Italia al Atlantismo no está en duda, pero la relevancia de Italia podría reducirse.

Los gobiernos italianos en los años recientes han durado un promedio de 400 días, el último el de Mario Draghi, quien ayudó a liderar la fuerte respuesta de Europa a Rusia.

Pero al no necesitar crear alianzas con la oposición, la coalición de Meloni podría gobernar con estabilidad por un periodo más largo.

Los desafíos serán muchos para el nuevo gobierno, en particular a nivel económico, frente a los mercados que por ahora no reaccionan con miedo a esta victoria.