El histórico Cementerio del Congreso de la capital de Estados Unidos será el lugar de descanso final de 170 personas que fallecieron en el último año y cuyos cuerpos no fueron reclamados ante la Oficina de Patología Forense de la ciudad.
Unos 15 de ellos son hispanos que vivían en Washington DC y que fueron debidamente identificados antes de la ceremonia. Según explicó a Voz de América el director de Medicina Forense del Distrito, Francisco Díaz, en todos los casos las familias fueron notificadas del fallecimiento. Sin embargo, por situaciones económicas o migratorias, no pudieron hacerse cargo de los servicios funerarios.
Díaz resaltó la importancia de que esta ceremonia se realice en un cementerio de la capital del país, puesto que estatutos previos establecían que las personas debían ser enterradas en un radio unos 40 kilómetros de la ciudad, debido a los pocos cementerios disponibles.
“La oficina de la alcaldesa Browser hizo prioridad que las personas que vivían en el Distrito de Columbia tuvieran la oportunidad de ser enterradas en cementerio del Distrito (...) lamentablemente hay personas que no tienen los recursos suficientes y optan por este servicio que les ofrecemos”, explicó Díaz, al detallar que en otras jurisdicciones se hace una disposición final de los fallecidos sin una ceremonia en su honor.
Durante el evento, se leyeron los nombres de los fallecidos y se ofrecieron unas palabras en su memoria. Allí, Díaz anunció que el Distrito de Columbia, donde se enclava la ciudad de Washington, establecerá una fosa más grande donde se dejarán grabados los nombres de las cientos de personas no reclamadas que fueron enterradas.
El Cementerio del Congreso es el único de su tipo en Washington DC, en él están enterrados miembros del Congreso, personalidades reconocidas y residentes del Distrito.
“Es un cementerio que tiene su propio sentido de comunidad, es un lugar especial. Si hay una palabra de consuelo para estas familias es saber que su familiar nunca estará solo aquí, siempre hay gente visitando el cementerio y celebrando las vidas de la gente que están enterradas aquí”, dijo a VOA la directora de funerales del Cementerio del Congreso, Lily Buerkle.
Buerkle apuntó que el grupo de personas hispanas no reclamadas, representa un 10 % del total de fallecidos que fueron enterrados, lo que es “un reflejo” de la población de Washington DC.
“Al principio de la pandemia, en el 2020, yo vi que la comunidad más afectada por la pandemia fueron las personas hispanas en DC (...) tenemos mucha gente que no son de aquí, que tomaron muchos riesgos al venir aquí, trabajar aquí, solo para mantener su familia allá”, detalló Buerkle.
Según el Sistema Nacional de Personas Desaparecidas y No Identificadas (NamUS, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos hay actualmente 14.929 personas no reclamadas. De estas, 12.103 son hispanas.
“Morir aquí sin familia, sin noticias de la familia, la familia no sabe nada. No tienen casi dinero para pagar una cremación o incineración, que usualmente va en contra de sus tradiciones y creencias. Tenemos familias en esta ceremonia que son parte de este grupo que no son de aquí, y por eso no fueron reclamados. No es que no son amados”, agregó Buerkle.
Este es el tercer año en que el Distrito realiza una ceremonia de este tipo. La primera vez fue en 2019, cuando enterraron a 130 personas no reclamadas. En el 2020, debido a la pandemia, la ceremonia fue cancelada y retomada en 2021, cuando se enterraron 300 de estas personas.
Una de las asistentes al evento, quien no quiso compartir su nombre, dijo a la VOA que estaba allí para despedir a “un gran amigo” con quien había compartido durante muchos años. “Este evento fue muy especial y pudimos despedirlo”, agregó.
“Es muy importante que se les dé un entierro digno. Un primer ministro británico en el siglo 19 dijo que la manera en que una sociedad trata a sus fallecidos, es un reflejo de cómo esa sociedad trata a los vivos. Yo creo que cada quien merece un momento en que se les recuerde”, agregó el director de Medicina Forense de DC.
Por su parte, el director de Supervisión de Defensa de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), Adam Isacson, resaltó la importancia de tratar a estas personas con respeto a la vida humana.
“A lo más mínimo, que si entierras 170 cuerpos al mismo tiempo, ten reconocimiento de eso, que le agregues un elemento de respeto Eso debería ser al menos reconocer que eran personas que tenían aspiraciones, que tenían experiencias, que se enamoraron, afectaron y tocaron las vidas de otras personas. Debes al menos, por ser una civilización, reconocer eso”, dijo Isacson.
La plataforma de NamUS permite a examinadores médicos y familiares de desaparecidos buscar la información de personas fallecidas en todos los estados cuyos cuerpos no hayan sido reclamados.
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