La aglomeración de más de 10.000 migrantes en la localidad colombiana de Necoclí, que buscan llegar a Panamá en su ruta hacia Estados Unidos, ha puesto a este municipio norteño en una delicada situación, según reconocen las autoridades locales.
“Este año la crisis migratoria es mucho más grave que la registrada el año pasado", aseguró el martes el defensor del pueblo de Colombia, Carlos Camargo, quien observó de primera mano la situación, según informó su agencia.
El funcionario señaló que la "cantidad de personas en movilidad humana" que han pasado hacia Panamá supera los 150.000 en lo que va de año, frente a los 134.000 migrantes que lo hicieron en todo el 2021.
“Y la tendencia es a seguir aumentando. Y segundo porque las condiciones de vulnerabilidad económica son evidentes, ciudadanos que están más expuestos a ser utilizados por los grupos armados ilegales y las organizaciones criminales”, aseguró Camargo.
Hasta esta localidad colombiana, a cualquier hora del día o de la noche, llegan migrantes que buscan un boleto para seguir su travesía. La demanda es alta y las empresas de transporte solo tienen capacidad de vender 2.000 boletos diarios.
Según cifras de la Defensoría del Pueblo de Colombia, en la semana del 24 al 30 de septiembre se reportaron 14.000 salidas de migrantes, lo que refleja un incremento del 12 % en comparación con la semana anterior que fue 12.000 personas.
El registro muestra que en 2021, pasaron por allí unas 133.000 personas en todo el año. Hasta septiembre del 2022 la cifra representaba 151.582, de los cuales 21.570 son menores de edad.
Ante esta situación, el organismo defensor colombiano hizo un llamado a los gobiernos de Panamá y Colombia para atender la situación de vulnerabilidad, en especial al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), dado que el 15 % de los migrantes son menores de edad.
“Hicimos varias recomendaciones a las entidades del Estado, de manera especial solicitamos una presencia más activa del ICBF dado que el 15 % de los migrantes son niños, niñas y adolescentes. En los últimos 15 días han pasado cerca de 4.290 menores de edad. Esta es una población en alto riesgo de manera particular quienes viajan no acompañados, dado que se exponen a peligros adicionales como la trata o la explotación sexual comercial”, reveló Camargo.
Luis Manuel Padilla, un migrante venezolano varado en Necoclí, dijo a la Voz de América que están a la espera de que se normalice la situación para poder continuar su camino hacia Estado Unidos, donde anhela encontrar “mejores condiciones de vida”.
“Nos vamos con esa meta, con ese destino, con buscar un mejor futuro, con buscar una mejor vida y de esta manera pues nos ayudamos”, afirmó el venezolano.
Ester Lundy, ciudadana haitiana que salió desde Chile y recorrió Bolivia, Perú y Ecuador antes de arribar a Colombia, espera poder conseguir un boleto que la lleve desde Necoclí hasta Acandí y, desde ahí, adentrarse en la peligrosa selva del Tapón del Darién.
“Yo salí de Haití, yo decidí viajar para buscar una vida. El tránsito era de Chile hasta Bolivia y de Bolivia a Perú, de Perú a Ecuador y de Ecuador hasta Colombia”, relató a la VOA. “Ahora estoy en Necoclí, muy pronto con el favor de Dios yo voy a seguir para adelante porque no me voy a devolver, no me voy a rendir, en este proceso yo he sufrido todo lo que yo he tenido que sufrir, yo ya no tengo miedo de nada, con el favor de Dios yo voy a lograr todo lo que me voy a proponer”.
Por último, el director de Migración Colombia, Fernando García, subrayó este miércoles que “la situación humanitaria del Darién no se inició hoy”.
“Desde hace cerca de una década, miles de migrantes vienen cruzando por Colombia como país de tránsito continental hacia Panamá, Centroamérica y Estados Unidos. La política de 'dejar pasar de a poquitos' y la falta de coordinación entre los gobiernos, ha contribuido a lo que hoy se está evidenciando”, sentenció.
Asistencia de la Unión Europea
Una delegación de la Unión Europea en Colombia, anunció en una reunión con la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, que el bloque aportará al gobierno local unos 33 millones de dólares, de los cuales 21 están destinados para abordar la crisis migratoria.
En la visita, la delegación europea en Colombia puso en el foco brindar atención humanitaria y condiciones de dignidad para las personas que se desplazan por las fronteras.
“Colombia y la Unión Europea han tenido una alianza histórica, el compromiso de ayudarnos a enfrentar la crisis migratoria que hoy vivimos, es fundamental, es lamentable la situación que están viviendo muchas personas, entre esas niños y niñas, población venezolana y haitiana en el tapón del Darién”, dijo Márquez durante el diálogo que mantuvo con el comisario de La Unión Europea para la Gestión de Crisis y Ayuda Humanitaria, Janez Lenarčič.
Asimismo, Lenarčič indicó que esta alianza se centra en un meta: “El fortalecimiento de nuestra alianza es uno de los objetivos principales, otro es la solidaridad, vine a Colombia a asegurarle a usted señora Vicepresidenta y a los colombianos, que la Unión Europea se mantiene comprometida en la disposición de la solidaridad con los colombianos y quienes necesiten de nuestro apoyo”.
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