Mónica Fernández conoce demasiado bien el dolor del exilio.
En 1958, en los años posteriores a la guerra civil española, cuando el país estaba en ruinas, su padre, Manuel Fernández Lago, partió en busca de una vida mejor en Argentina, pero siempre quiso volver a España.
No iba a poder ser. Murió en su hogar adoptivo en 1987.
Ahora, su hija, abogada, se embarca en un emotivo viaje al representar a cientos de personas de toda América Latina que desean mudarse a España.
Esto es algo muy personal para mí"Mónica Fernández, hija de emigrante
Esperan aprovechar la llamada Ley de Memoria Democrática de España que entró en vigor en octubre pasado. La nueva legislación otorga a los descendientes de exiliados de la dictadura del general Francisco Franco, de 1939-1975, el derecho a reclamar la ciudadanía española.
Los historiadores estiman que alrededor de 2 millones de personas abandonaron España entre el comienzo de la Guerra Civil en 1936 y la primera constitución democrática en 1978, muchos se dirigieron a América Latina u otras partes de Europa.
"Esto es algo muy personal para mí. Mi familia era de Asturias, en el norte de España. Mi abuela murió cantando el himno de Asturias", dijo Fernández a la Voz de América, por teléfono, desde Buenos Aires.
Abogados y consulados de toda América del Sur informaron que han recibido miles de solicitudes. Las firmas de abogados y las organizaciones de exiliados estiman que unas 400.000 personas pueden ser elegibles para postularse.
La ley pretendía reparar los errores del pasado, pero también podría ayudar a España a lidiar con una gran amenaza para su futuro: el envejecimiento de su población.
España tiene la segunda tasa de natalidad más baja de Europa, con una media de 1,19 hijos por mujer, según datos de 2020 de Eurostat, la oficina de estadísticas de la Comisión Europea. La cifra más baja fue para Malta con 1,13, mientras que la más alta fue 1,83 en Francia.
La legislación se ha denominado "ley de nietos" porque se basa en los vínculos familiares y no en el lugar de nacimiento del solicitante.
No se trata solo de Franco y la persecución"Lila Andrea González, nieta de emigrante
También cubre a los descendientes de mujeres que perdieron la nacionalidad española por defecto al contraer matrimonio con hombres no españoles. Los solicitantes deben mostrar prueba de paternidad o prueba de persecución política.
Hay una definición amplia de lo que constituye persecución. Puede referirse a daños físicos, morales o psicológicos, daños económicos o la pérdida de derechos fundamentales.
Lila Andrea González, una profesora de inglés de Buenos Aires, ha rastreado a su familia hasta Lugo, en el norte de España, donde vivió su abuela Florentina López, antes de irse en la década de 1930. La abuela se mudó a Uruguay y luego se instaló en Argentina.
González está reclamando la ciudadanía en nombre de su difunta abuela.
"No se trata solo de Franco y la persecución, sino de la reparación de las mujeres que perdieron todos sus derechos cuando se casaron", dijo González a la VOA, desde la Patagonia, en el sur de Argentina.
"Es importante que reconozcamos los derechos de las mujeres. No tuvieron ninguno de estos derechos hasta la primera constitución democrática en 1978", resaltó.
Crisis demográfica
Los inmigrantes ofrecen alguna esperanza para resolver el enigma demográfico de España.
La tasa de natalidad de España ha estado cayendo durante el último siglo y el año pasado nacieron 338.532 bebés, una caída del 39 % en comparación con hace una década, según el Instituto Nacional Estadística (INE) de España.
Se espera que la población aumente de la cifra actual de 47 millones a 51 millones para 2037, según una proyección del INE. Los recién llegados del extranjero impulsarán las cifras, no las personas nacidas en España, creen los expertos.
Alejandro Macarrón Larumbe, de Renacimiento Demográfico, una fundación que estudia temas de población, dijo a la VOA que más inmigrantes ayudarían pero no resolverían el problema subyacente de España de una tasa de natalidad decreciente.
“Ya es más fácil para muchos latinoamericanos obtener la ciudadanía española que muchos otros países como Estados Unidos o Gran Bretaña. Solo tienen que estar en España menos tiempo que otras naciones que, como los británicos, deben estar en España 10 años", anotó.
"Pero esperar que otra gente venga a España a tener bebés no resolverá el problema de fondo de una población más envejecida, donde el número de bebés nacidos en España es cada vez menor". concluyó Macarrón Larrumbe.
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