Stevend Sosa nació con glaucoma en sus dos ojos, por lo que apenas percibe sombras. Como otras personas ciegas, el tacto y el oído son los sentidos para guiarse en actividades al aire libre, pero él quiso buscar una alternativa para sentirse representado en la ciudad donde vive, San Felipe, una pequeña población al occidente de Venezuela.
"Se me ocurrió decirle a una amiga que haga un mural para niños con discapacidad visual. Niños como yo, que no pueden ver, sordomudos, para que puedan tocar el arte que hay ahí. Por ejemplo, flores, pájaros, corazón, letras y braille", cuenta Stevend a VOA.
Los materiales para dibujar y trazar las figuras y letras fueron donados por vecinos y familiares de Stevend, quienes además, apoyaron el trabajo de la artista que diseñó el mural.