El gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó el domingo que investiga por presunta “corrupción administrativa y malversación de fondos”, a varios ciudadanos que ejercían cargos públicos, informó el canal estatal Venezolana de Televisión.
Joselit Ramírez, destituido de su cargo como jefe de la Superintendencia Nacional de Criptoacgivis y Actividades Conexas (Sunacrip), donde ocurrió una “reestructuración”, habría sido detenido junto a otros funcionarios, publicó el diario local Últimas Noticias.
Los reportes de detenciones en la prensa venezolana aún no han sido confirmados oficialmente por el gobierno de Maduro.
Ramírez está en la lista de buscados por “lavado de dinero y evasión de sanciones” del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos y del Departamento de Estado de EEUU, que ofrece una recompensa de hasta 5 millones de dólares por su arresto.
“Ramírez Camacho trabajó con otros para violar y evadir sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) relacionadas con narcóticos, entre otras regulaciones relacionadas”, precisa la agencia gubernamental.
El Servicio de Inmigración y Aduanas estadounidense señala a Ramírez de tener vínculos con el ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, designado en 2017 por el Departamento del Tesoro de EEUU como “narcotraficante especialmente designado” por “jugar un papel significativo en el narcotráfico internacional”.
“Facilitó cargamentos de narcóticos desde Venezuela, incluyendo control de aviones que salieron de una base aérea venezolana y rutas de drogas mediante los puertos en Venezuela. En sus antiguas posiciones, él supervisó o fue dueño parcial de cargamentos de narcóticos de más de 1.000 kilogramos desde Venezuela en múltiples ocasiones, incluyendo aquellos con México y los Estados Unidos como destinos finales”, precisa el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU.
En varias ocasiones el gobierno venezolano, incluyendo el presidente Nicolás Maduro, han defendido a varios funcionarios sancionados, entre ellos El Aissami.
“Lo quieren vincular a Hezbollah, yo conozco bien a Tareck, nunca en su vida, jamás ha tenido contacto con nadie de Hezbollah”, dijo el mandatario venezolano en un acto público en 2019.
Otros de los investigados en la operación de las autoridades anticorrupción fueron el abogado Cristóbal Cornieles Perret, presidente del Circuito Judicial Penal de Caracas; y el Juez Cuarto de Control con competencia en delitos asociados al terrorismo, José Mascimino Márquez, quien estuvo al frente de casos donde se condenaron importantes líderes opositores.
El canal del Estafo también confirmó la investigación al alcalde del municipio Santos Michelena del estado Aragua, Pedro Hernández, “por temas vinculados” a bandas delictivas.
La Policía Anticorrupción de Venezuela había anunciado el viernes que solicitó al Ministerio Público el “encauzamiento judicial” de una serie de individuos que podrían estar incursos en “graves hechos de corrupción administrativa y malversación de fondos”.
“La convicción de nuestros actos son el resultado de una investigación profunda, realizada por meses, que apunta a ciudadanos que ejercían funciones en el Poder Judicial, en la industria petrolera, y en algunas alcaldías municipales del país”, expone el comunicado.
El mismo viernes, en medio de un acto transmitido por el canal del Estado, Maduro llamó a los ministros de su gabinete a “apegarse a la ética”.
“Tienen que apegarse a la honestidad y al servicio público desinteresado, el servicio como un apostolado al pueblo porque el poder que nosotros tenemos no nos pertenece, el poder que tengo como presidente no me pertenece, le pertenece al pueblo soberano de Venezuela. No se nos olvide ministros, ministras, compañeros que tienen dirección, yo les entrego a ustedes y les delego mi confianza”, dijo Maduro.
El líder opositor venezolano, Juan Guaidó, reaccionó asegurando que con los hechos, Nicolás Maduro “confiesa” nuevamente “dónde está la corrupción”.
“Ninguna pugna interna logrará que se laven las manos. Pretenden continuar robando y aferrándose al poder, agravando la vida diaria de millones. Ni en una serie de narcos hubo tanto descaro”, escribió en Twitter.
Por su parte, el también dirigente político Julio Borges aseguró desde el exilio que existe una “guerra interna” en el gobierno para repartir un “botín” entre “saqueadores”.
"No engañan a nadie, Venezuela sabe que los corruptos están en Miraflores", insistió Borges en un tuit.
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