El FBI arrestó el lunes a dos residentes de la ciudad de Nueva York por sospechas de que operaban una estación de policía secreta e ilegal para el Ministerio de Seguridad Pública de China en el barrio chino de la Gran Manzana.
La estación, una de las más de un centenar operadas por China en el exterior, técnicamente para ayudar a sus ciudadanos a renovar documentos como licencias de conducción, tenía supuestamente un propósito más siniestro: monitorear y acosar a activistas y disidentes chinos en Estados Unidos.
Según los fiscales estadounidenses, se trata de una campaña de “represión transnacional”.
Harry Lu Jianwang y Chen Jinping, ambos ciudadanos estadounidenses y encargados de la oficina china sin fines de lucro, fueron arrestados y acusados de conspirar para actuar como agentes del gobierno chino y de obstrucción a la justicia por destruir pruebas de sus comunicaciones con un funcionario chino de seguridad.
El primer cargo lleva una sentencia de cinco años de prisión y el segundo de hasta 20 años.
En otros dos mecanismos relacionados revelados el lunes, los fiscales acusaron a un grupo de 34 agentes del ministerio de salud pública de China de crear miles de identidades falsas en línea para amenazar y acosar a disidentes chinos.
Además, otro grupo de seis funcionarios de seguridad pública fue acusado de dar instrucciones a un empleado en China del proveedor de videoconferencias Zoom de remover a disidentes chinos de la plataforma de la compañía. El ejecutivo técnico, Julien Jing, fue acusado ya en 2020.
El fiscal estadounidense Breon Peace, del distrito este de Nueva York, describió el funcionamiento de la estación de policía como “una flagrante violación de la soberanía nacional” y dijo que los tres casos revelan “las actividades de represión transnacional” de China.
También “ilustran la extensión de los esfuerzos del Partido Comunista Chino para proyectar su visión autoritaria global en los residentes” de Nueva York y EEUU.
La embajada de China en Washington no respondió a una solicitud de comentarios de la Voz de América, pero la Cancillería china en el pasado ha dicho que las estaciones son “centros de servicio” para sus ciudadanos en todo el mundo.
La existencia de la oficina en Nueva York salió a la luz en septiembre de 2022, después que el grupo de derechos humanos Safeguard Defenders, con sede en España, dio a conocer un reporte investigativo sobre una red de decenas de estaciones similares en todo el mundo.
No está claro cuándo el FBI comenzó a monitorear la estación en Nueva York, pero su director, Christopher Wray, confirmó en noviembre de 2022 ante un panel del Congreso que se estaba investigando la operación y prometió frenar las actividades policiales ilegales de China en EEUU.
De acuerdo con los fiscales, la estación operó desde febrero hasta octubre de 2022 y actuaba bajo la dirección de la Oficina Municipal de Seguridad Pública de Fushou. Lu y Chen cerraron la oficina después de recibir información de la investigación del FBI.
Los agentes del FBI ejecutaron una orden de registro en la estación en octubre y confiscaron los teléfonos celulares de Lu y Chen, según los documentos de la acusación.
En entrevistas con el FBI, ambos hombres admitieron que borraron sus comunicaciones con su enlace del ministerio de seguridad pública tras enterarse de la investigación federal.
Además de Lu y Chen, otras cinco personas contribuían a las actividades de la oficina y como ninguno está inscrito como agente de un gobierno extranjero con el Departamento de Justicia, podría haber más arrestos en el caso.
En una actualización a su reporte en diciembre de 2022, Safeguard Defenders dijo que había 102 estaciones de policía de China en 53 países.
Autoridades de 14 países han iniciado investigaciones al respecto, según el grupo.
Funcionarios de policía de EEUU declinaron comentar sobre si China opera otras estaciones en el país.
Sin embargo, Safeguard Defenders dijo que su investigación indica la presencia de una segunda oficina en Los Ángeles.
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