“Él tiene un cuadro de desnutrición, yo traje el papel, lo tengo, pero no, ahí no me prestan atención”.

Cindy, quién pidió no ser identificada con su nombre completo por miedo a que la expulsen del hotel como dice que le ocurrió a otro huésped, lleva 4 meses en este hotel de Manhattan, pero no puede preparar los alimentos que necesita su hijo de 2 años, diagnosticado con desnutrición, pues no tiene cocina en el cuarto de hotel ni puede comprar alimentos por fuera.

“Ellos me dieron un permiso para meter una licuadora y me la quitaron y me la botaron”, continúa.

La carta que trae del centro médico Bronx Care Health System dice que el peso de su hijo no corresponde a su edad y recomienda ubicar a la familia en un lugar donde tengan una cocina que puedan preparar comidas nutritivas o de lo contrario la condición de su hijo puede empeorar.

“Me dicen que tengo que seguir esperando que no soy la única”, agrega.

Otra migrante, quien pidió ocultar su nombre real por temor a represalias, también se hospeda en este hotel y tomó estas fotos de unas salchichas en mal estado que, según ella, le sirvieron en el hotel.

“Yo tengo una bacteria en el estómago por la comida, mi hijo también tuvo parásitos en el estómago por la comida que están dando en el hotel y ya llevo 4 meses desde que entró la gerencia en este hotel con la bacteria y no la he podido solucionar porque no hay manera de uno tener una dieta acá”, denuncia esta migrante venezolana.

En su conferencia de prensa semanal, la vicealcaldesa de recursos humanos y de salud Anne Williams-Isom dijo que espera la descongestión de albergues para familias con niños para proveerles con mejores condiciones durante los próximos meses.