A pesar de su ausencia en el segundo debate de las primarias republicanas, el expresidente Donald Trump fue uno de los grandes protagonistas de la noche, una situación que amenaza con hundir al resto de aspirantes conservadores si no se enfrentan “directamente” al exmandatario, según expertos consultados por la Voz de América.
Durante el caótico cara a cara de este miércoles en la Biblioteca Reagan, en Simi Valley, California; el fantasma de Trump se cernió sobre la mayoría de los siete precandidatos, que se quitaron los guantes y no dudaron criticar al favorito en las encuestas, con unos 40 puntos por delante del gobernador de la Florida, Ron DeSantis, el segundo en popularidad entre los votantes republicanos.
El propio DeSantis, que hasta ahora se había cuidado de atacar directamente a su antiguo mentor, dejó las críticas oblicuas para reprochar en más de una ocasión la ausencia de Trump sobre el escenario para responder por sus "políticas fallidas".
Desde su primera respuesta, el gobernador de Florida denunció a Trump, ausente también del primer debate en Wisconsin, como "desaparecido en acción" y lo señaló como culpable de añadir billones de dólares a la deuda nacional, una acusación que ya había hecho la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley.
"Debería estar en este escenario esta noche", dijo DeSantis ante los aplausos de los presentes; debe defender su historial", añadió.
"Donald Duck"
Tanto el exvicepresidente Mike Pence, como el exgobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum; tampoco se cortaron a la hora de descargar responsabilidades en el expresidente, quien junto al actual mandatario demócrata Joe Biden, fue uno de los grandes blancos de la noche.
El más tibio fue Vivek Ramaswamy, declarado admirador de Trump, quien dijo que la filosofía de poner a Estados Unidos primero, uno de los mantras del magnate convertido en político, no pertenecía sólo a una persona, sino que debía ser un camino que debían seguir todos los estadounidenses.
Del otro lado del espectro, ninguno fue más duro con el exmandatario que su antiguo aliado y amigo, el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie.
“Donald, sé que estás mirando. No puedes evitarlo. Lo sé, y no estás aquí esta noche, no por las encuestas ni por sus acusaciones. No estás aquí esta noche porque tienes miedo de estar en el escenario y defender tu historial”, subrayó Christie, quien luego en un juego de palabras llamó a Trump, "Donald Duck", en referencia tanto al personaje del Pato Donald como a su costumbre de "esquivar" (duck, en inglés) los debates.
Para el entrenador de oratoria de la Universidad de Michigan, Aaron Kall, los siete aspirantes del miércoles tenían que "llevar la lucha directamente a Trump... a pesar de su ausencia, o corren el riesgo de simplemente reorganizar las sillas en el Titanic, incluso si continúan ofreciendo actuaciones sólidas".
"No hay esperanza para nadie de recuperar terreno contra Trump a menos que se enfrenten a él más directamente", destacó a la Voz de América.
Una carrera para conquistar la base de Trump
En el cara a cara de Simi Valley también se abordó la economía, la inmigración - con la gran mayoría de los precandidatos inclinados por una mano dura y la militarización de la frontera sur con México-, la necesidad de independizarse tecnológicamente de China y la epidemia de sobredosis que azota al país. Sin embargo, pese a su ausencia Trump, fue el gran presente.
“China estuvo muy dominante, la crisis del fentanilo, el tema de la frontera sur de Estados Unidos y el tema inevitable de Trump, que como saben no estuvo presente, una vez más”, explicó a la VOA el analista político, Aquiles Esté.
Mientras sus contendientes para la nominación presidencial republicana debatían, Trump protagonizaba un acto de campaña en Michigan frente a trabajadores de la industria automotriz, en huelga ante los mayores fabricantes de EEUU.
“El debate republicano de esta noche fue tan aburrido e intrascendente como el primer debate, y nada de lo que se dijo cambiará la dinámica de las primarias dominadas por el presidente Trump", insistió en un comunicado el asesor principal de la campaña del expresidente, Chris LaCivita.
LaCivita destacó la ventaja "de 40 o 50 puntos en las elecciones primarias y una ventaja de 10 puntos sobre Joe Biden en las elecciones generales, y está claro que solo el presidente Trump puede derrotar a Biden".
"El Comité Nacional Republicano debería poner fin inmediatamente a cualquier debate primario adicional para que podamos apuntar al corrupto Joe Biden y dejar de perder tiempo y dinero que podrían desalojar a Biden de la Casa Blanca”, agregó.
Por su parte, desde la campaña de Biden, consideran a los ataques a Trump como un intento desesperado por apuntar a la base de votantes que siguen al exmandatario.
“Es una carrera más por conquistar la base MAGA extremista, todos estos candidatos representan los mismos valores y tienen los mismos propósitos”, dijo Maca Casado en referencia al movimiento 'Make America Great Again', desde la campaña de Biden.
[Con la colaboración de Ken Bredemeier, periodista de la VOA]
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