El futuro de la guerra en Ucrania y la capacidad de Kiev de mantener su defensa frente a Rusia parece pasar en estos momentos por una crisis a miles de kilómetros de distancia del frente, en otro país.
La aprobación de miles de millones en ayuda vital para Kiev ha sido condicionada en el Congreso de Estados Unidos a un paquete de medidas de mano dura propuesta por la bancada republicana para controlar la "crisis" de la frontera sur con México.
Tanto en el Senado como en la Cámara, legisladores republicanos han dejado claro que están dispuestos a aprobar un paquete de emergencia de 106.000 millones de dólares en ayudas para Ucrania, Israel, Taiwán y otras cuestiones de seguridad y manejo de la frontera, propuesto por la Casa Blanca; pero sólo si se pone en marcha su propuesta de gestión migratoria.
EEUU es el mayor emisor de asistencia militar y armas a Ucrania, que defiende su territorio de la invasión de Rusia desde febrero de 2022. Analistas consultados por la Voz de América insistieron en el peligro de retrasar esta ayuda y el mensaje que envía al presidente ruso, Vladimir Putin.
"EEUU necesita enviar las señales correctas de que estamos del lado de la democracia y no dejamos que los déspotas tomen las decisiones. El Congreso está jugando con fuego", insistió a la VOA la economista Romina Bandura, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, en inglés).
Un país polarizado y una ayuda "tomada como rehén"
Bandura, miembro senior del Proyecto sobre Liderazgo de EEUU en Desarrollo del prestigioso centro de pensamiento con sede en Washington, asegura que los costos de apoyar a Ucrania en este momento son menores que las posibles consecuencias de una victoria de Putin y no deben verse como un gasto, sino como una inversión.
La propuesta de la administración del demócrata Joe Biden incluye unos 61.400 millones de dólares para Ucrania destinados al suministro de armas, pero también a reponer las existencias del arsenal estadounidense, además de asistencia en inteligencia y ayuda a los ucranianos desplazados que llegan a EEUU.
El asunto de la ayuda a Ucrania se ha vuelto polémico en Congreso dividido, en reflejo de un país con un panorama político cada vez más polarizado, donde el tema del manejo de la frontera sur es uno de los que más pasiones enciende de uno y otro lado del espectro.
Los republicanos han criticado fuertemente la laxitud de las medidas migratorias de la administración Biden en la frontera y culpan al presidente demócrata de lo que llaman "crisis" en la frontera, donde los cruces ilegales superaron más de 8.000 diarios en promedio en el último trimestre del año, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU (CBP, en inglés).
Sus llamados a "cerrar la frontera" e impedir la entrada de migrantes chocan con las promesas del demócrata Biden, que aseguró que sus políticas no tendrían nada que ver con las de su antecesor, el expresidente Donald Trump, y que en lugar de prohibiciones de entrada, alentaría la "migración legal y segura" a EEUU.
Dentro de sus políticas, la Casa Blanca ha impulsado varios programas de visados humanitarios temporales y ampliado protecciones temporales a varias nacionalidades, al tiempo que ha reforzado las consecuencias para quienes traten de entrar de manera irregular al país. Sin embargo, para sus oponentes, esto no es suficiente.
La propuesta de la Casa Blanca de un paquete de emergencia de ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán, que además incluye financiación para cuestiones de seguridad nacional como fondos para la frontera, presentó la oportunidad para que los republicanos hicieran firme su posición contraria a las políticas del presidente demócrata.
Para la aprobación de un paquete de emergencia como este - en medio de negociaciones pospuestas en el Congreso sobre el presupuesto del gobierno para el año venidero - se necesita lograr un mínimo de 60 votos. Las negociaciones se han estancado debido a que los republicanos piden "cambios radicales" en las políticas fronterizas.
El líder de la mayoría del Senado, el demócrata Chuck Schumer, ha calificado a la posición fronteriza republicana de “toma de rehenes", algo que han repetido otros legisladores, enojados ante lo que llaman "una deliberada medida de coerción".
“Se nota que estoy irritado con esto, la propuesta de que los republicanos están tomando, literalmente, a Europa como rehén a cambio de concesiones fronterizas”, dijo a los periodistas el senador Brian Schatz (demócrata por Hawaii).
EEUU, el estrecho aliado de Ucrania
Hasta el 6 de diciembre último, EEUU ha proporcionado a Ucrania aproximadamente 44.200 millones de dólares en asistencia militar desde el inicio de la invasión a gran escala de Rusia, según los datos más recientes del Departamento de Estado estadounidense. A eso se suman otros fondos en asistencia de seguridad y humanitaria.
A pesar de que países europeos, miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), también han comprometido financiación y han enviado armas y municiones, Washington todavía es el mayor emisor de ayuda militar.
Para Romina Bandura, las negociaciones contra reloj en el Congreso - que debe retirarse pronto durante su habitual receso por las festividades de fin de año - son "muy importantes" puesto que EEUU "es el mayor contribuyente a la ayuda militar a Ucrania, lo cual es crucial para que Ucrania se defienda del enemigo".
Para la analista, autora de estudios sobre el apoyo financiero de EEUU a Kiev, el país norteamericano "no ha hecho lo suficiente".
"Cuanto más se prolongue la guerra, mayores serán las consecuencias para Ucrania, Europa y el mundo", insistió.
Ucrania, en riesgo de colapso
La ayuda militar estadounidense es "fundamental para la capacidad de Ucrania de resistir la agresión rusa. Los militares en combate necesitan un flujo continuo de municiones, armas y suministros para reemplazar los destruidos o agotados en las operaciones", dijo por su parte el coronel retirado Mark Cancian, veterano del Cuerpo de Marines de EEUU.
Cancian, asesor principal del Programa de Seguridad Internacional del CSIS, explicó a la VOA que "debido a que existe una larga cartera de suministros previamente aprobados, Ucrania no experimentará una caída repentina en el apoyo, sino más bien una disminución gradual".
La ayuda europea continuará llegando al frente ucraniano, pero con la imposibilidad de EEUU de continuar con sus envíos mientras el Congreso negocia la aprobación de los nuevos fondos, esta asistencia no será suficiente por sí sola, afirmó.
"En aproximadamente un mes, (las fuerzas ucranianas) perderán la capacidad de realizar operaciones ofensivas. Quizás dentro de un mes después de eso, perderán la capacidad de llevar a cabo incluso contraataques locales. También tendrán menos capacidad para defender las ciudades ucranianas de los ataques aéreos y con misiles rusos", detalló el experto, con más de 30 años de experiencia militar.
Con el tiempo, los ucranianos tendrán cada vez más dificultades para resistir los ataques terrestres rusos y "su frente podría colapsar", indicó Cancian. "Si eso sucede, entonces toda la ayuda militar proporcionada por Estados Unidos y sus aliados y todos los sacrificios del pueblo ucraniano habrán sido en vano".
La encrucijada de la administración Biden
Mientras, los desencuentros en el Congreso continúan. “Si quieren dinero para Ucrania e Israel, no lo obtendrán a menos que cierren la frontera. Para ellos, mantener una frontera abierta es más importante que la seguridad de Europa o Oriente Medio. Lo cual me sorprende”, aseguró el senador republicano Mitt Romney.
Por otro lado, el ala progresista del Partido Demócrata insiste en mantener la postura de una política migratoria menos estricta. La representante demócrata Pramila Jayapal, presidenta del Caucus Progresista, dijo que instó a los senadores de su partido a que "no cedan ante la toma de rehenes, el abandono de los inmigrantes”.
Ante un Congreso tan dividido, otros se lamentan de que este tipo de negociaciones no van fructificar. “Poner algo tan complejo y necesario como la reforma migratoria en un proyecto de ley en olla a presión no fue inteligente”, insistió la representante demócrata por Nuevo México, Teresa Leger Fernández, según informes de Politico.
A apenas una semana del receso legislativo por fin de año, la Casa Blanca se encuentra en la difícil encrucijada de ceder ante las propuestas migratorias de mano dura de la bancada republicana o abandonar a Ucrania, a quien el propio Biden ha prometido "apoyo inquebrantable".
De acuerdo con reportes de Reuters, la administración demócrata se habría planteado la posibilidad de imponer nuevas restricciones a los solicitantes de asilo y ampliar los procesos de deportación para garantizar la concesión de las nuevas ayudas a Ucrania e Israel.
Sin embargo, asesores del mandatario aseguraron que aunque Biden está dispuesto a negociar sobre la seguridad fronteriza en un esfuerzo por asegurar más asistencia para Ucrania, no se dejará llevar por lo que llaman el ala extrema republicana.
"Está abierto a negociar. A lo que no está abierto es a que una facción extrema de la otra parte le dé un ultimátum", dijo a la prensa este jueves el asesor adjunto de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jon Finer.
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