Cuando Donald Trump lanzó su campaña presidencial para 2024 después de unas decepcionantes elecciones intermedias para los republicanos, su trayectoria era algo misteriosa. Pero a siete días del inicio de las asambleas de Iowa, su posición entre los simpatizantes del Partido Republicano no está en duda.
Votantes, funcionarios de campaña e incluso algunos de los candidatos en el terreno coinciden abrumadoramente en que el expresidente republicano es el favorito indiscutible de cara a las asambleas del 15 de enero.
“Todos ven lo que se avecina”, dijo Angela Roemerman, republicana de 56 años de Solon, Iowa, mientras esperaba la llegada de la exembajadora ante las Naciones Unidas Nikki Haley para un mitin de fin de semana en North Liberty, Iowa.
"Es un poco deprimente", dijo Roemerman, “todo el drama" en torno a Trump. "No necesitamos otros cuatro años. Pero Trump va a ganar".
Sin embargo, aún en medio de la certeza, existen riesgos serios para el principal candidato. Trump sigue alimentando expectativas muy altas, a pesar de las preguntas sobre la fuerza de su operación para movilizar votantes, un mensaje nublado por datos erróneos sobre las elecciones de 2020 y pronósticos de mal tiempo que podrían disuadir a los simpatizantes de presentarse.
Cumplir con las expectativas
Si Trump no logra cumplir con las expectativas con una victoria resonante en Iowa, entraría a las siguientes etapas en New Hampshire y Carolina del Sur mucho más vulnerable. Haley y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, continúan invirtiendo millones de dólares en publicidad en Iowa mientras recorren el estado, respaldados por aliados bien financiados con sólidas operaciones para movilizar votantes, en un esfuerzo implacable por reducir el margen de victoria de Trump.
Al mismo tiempo, el equipo de Trump reconoce en privado que ha reducido sus esfuerzos de puerta a puerta y movilización de votantes en la última semana. Aseguran que pueden garantizar que sus partidarios se presenten de manera más efectiva en el día de las asambleas mediante mítines, llamadas telefónicas y un programa de mensajes de texto de persona a persona.
Chris Sununu, gobernador de Nueva Hampshire, quien ha respaldado a Haley y pasó el fin de semana haciendo campaña con ella en Iowa, admitió que “será difícil” vencer a Trump aquí.
“Obviamente, hay una fuerte indicación de que Trump probablemente ganará las asambleas de Iowa”, dijo Sununu a The Associated Press, aunque insistió en que el impulso se estaba construyendo para Haley y se verá más claramente en la primaria de New Hampshire el 23 de enero. “En New Hampshire, claramente tiene la oportunidad de hacer algo que nadie pensaba que era posible, que era vencer a Trump en un estado temprano”.
Consciente de los riesgos, el equipo del ex presidente está luchando por reducir las expectativas para Iowa.
Los asesores de Trump en los últimos días han recordado rápidamente a los periodistas, al menos en privado, que ningún candidato presidencial republicano ha ganado unas asambleas de Iowa disputadas por más de 12 puntos desde Bob Dole en 1988.
Pronóstico frío
Se espera que fuertes nevadas, viento y condiciones peligrosas de viaje afecten el lunes y martes de esta semana, seguidas de temperaturas gélidas que podrían descender por debajo de 0 grados el día de las asambleas.
El clima ya ha obligado a la campaña de Trump a cancelar múltiples apariciones de la gobernadora de Arkansas, Sarah Sanders, y su padre, el ex gobernador de Arkansas, Mike Huckabee, quienes estaban programados para cortejar a los votantes de Iowa en nombre de Trump el lunes.
Siempre desafiante, Trump proyectó confianza mientras recorría el estado en una serie de mítines de “compromiso con las asambleas” durante el fin de semana antes de regresar a su casa en Florida. Está programado para regresar a Iowa el miércoles para un foro de Fox News.
[Con información de The Associated Press]
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