El fallo de la Corte Suprema de Alabama de que los embriones congelados en probetas deban considerarse niños provocó conmoción en el mundo de la medicina reproductiva, y puso en duda el cuidado de la fertilidad para los futuros padres.

Es el primer estado del país en tomar esta decisión. Sus magistrados citaron la biblia para explicar el fallo.

Tom Parker, el magistrado principal de la Corte escribió en el fallo:

“Incluso antes de nacer, todos los seres humanos tienen la imagen de Dios, y sus vidas no pueden ser destruidas sin borrar su gloria”.

La Casa Blanca dijo que este fallo es exactamente el tipo de caos que se temía después de que la Corte Suprema de Estados Unidos, en 2022, cancelara la tutela del aborto a nivel nacional y lo convirtiera en un tema político.

Karine Jean-Pierre, la Vocera de la Casa Blanca dijo el martes:

“Este es el mismo estado cuyo fiscal general amenazó con imputar a las personas que ayudan a las mujeres a viajar fuera del estado para buscar la atención que necesitan”.

La decisión significa que los médicos de Alabama podrían ahora ser considerados responsables de muerte por negligencia si descartan embriones congelados no utilizados.

Mamie McLean, Médico del Alabama Fertility dice:

“Esta sentencia es muy incompleta. Y nos deja a aquellos de nosotros que estamos sentados cara a cara con los pacientes, simplemente con la incapacidad de comentar sobre lo que es seguro y lo que es legal para ellos en este momento”.

Cada año casi 240 mil parejas en EEUU dependen de procedimientos donde se congelan embriones para aumentar sus posibilidades de un embarazo exitoso.

Ahora, en Alabama, algunas parejas que están bajo procedimientos de fertilidad, como la de Gabby Goidel, sopesan trasladar sus embriones a otro estado.

“Ya es un proceso estresante. Y no necesito el estrés adicional de si podría ser moral o no pasar por esto para tener hijos cuando esta es mi única opción”.

Expertos consideran que el fallo casi con certeza pone fin a la creación de embriones congelados en Alabama, debido a las posibles consecuencias penales que pueden enfrentar médicos y clínicas.