Para muchos latinos en el área de Baltimore, el puente Francis Scott Key era parte esencial de su movimiento diario por la zona. Luego del trágico accidente, se enfrentan a una nueva realidad.
“Pega bien cerca al saber de que es una de las rutas que mi esposo pasaba todos los días, igual que uno de mis hermanos, mi cuñado… duele… pudo haber sido mi hija que quedara sin papá”, dijo a la Voz de América Maritza Portillo, quien conocía al hijo de José Mynor López, uno de los guatemaltecos que permanece desaparecido.
Portillo trabaja en la escuela en donde estudia el pequeño José, de 8 años, a quien describió como cariñoso y atento. “Fue impactante porque es saber de que uno de nuestros estudiantes está pasando por luto”, apuntó.
La joven llegó el jueves hasta una vigilia en el parque Patterson de Baltimore, donde decenas de personas se unieron para honrar a las familias de los seis afectados por el colapso del puente.
“Saber que ellos estaban ganándose el pan de cada día es lo que duele, porque mi hermano se gana el pan de cada día también trabajando de noche, mi esposo también le dan un turno de mañana y de noche”, agregó la educadora.
El impacto económico del accidente
Los restos del puente Francis Scott Key, que servía de conexión para 30.000 vehículos al día, ahora bloquean la bahía del río Patapsco, lo que cada día estaría contándole millones a los transportistas y empresas navieras.
“Este puerto es responsable de más de 51 millones de toneladas de carga extranjera. Es la más grande del país. Eso es para todos los que compran automóviles, para todos los que compran equipos agrícolas. Así que esto no sólo está afectando a Maryland”, dijo Wes Moore, gobernador de Maryland.
Grandes compañías como la operadora de cruceros Carnival estima un impacto de 10 millones de dólares en su operación, y otras fabricantes de automóviles como Ford y General Motors, deberán desviar sus automóviles y piezas a otros puertos.
Moore recibió el jueves 60 millones de dólares en ayuda federal inmediata pero advirtió sobre un “camino muy largo por delante” para recuperarse de la pérdida. Mientras tanto, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU comenzó el jueves a mover una grúa en la costa este para ayudar a retirar los restos del puente y que puedan comenzar los trabajos para limpiar el canal y reabrir la ruta de envío clave.
Aunque se desconoce el tiempo que podría tomar la reconstrucción del puente, expertos como el economista Tulio Rodríguez, dijeron a la VOA que existen opciones para evitar un colapso en la cadena de abastecimiento.
“El puerto de Nueva York y New Jersey tienen 2 millones de contenedores en el mismo período. El puerto de Virginia tiene 850.000 contenedores, contra 250.000 contenedores que tiene el puerto de Baltimore… son puertos que están cercanos y que inmediatamente pueden proveer una sustitución y una alternativa”, dijo Rodríguez.
Sobre las personas que debían cruzar el puente en vehículos para llegar a su trabajo, las autoridades presumen que el tiempo de transportación entre un punto y otro ahora toma hasta 40 minutos a una hora más.
Unidos por la comunidad
Para Andrés Lizama, eventos como la vigilia en el parque Patterson, son una manera de pasar el momento “de tanto dolor y aflicción”.
Lizama fue uno de los organizadores del evento y ofreció una reflexión en español en honor a López, Miguel Luna de El Salvador, Maynor Suázo de Honduras, Alejandro Hernández de México, Dorlián Castillo de Guatemala y un mexicano adicional que no ha sido identificado.
“Ha sido una noticia que no nos esperábamos. Fue algo que nos despertamos un día en medio de la noche y todo el mundo estaba hablando de esto. Pero es algo que trae mucho dolor, mucho dolor a nuestro corazón, porque sabemos que hay familias que han perdido a sus padres. Sabemos que hay familias que han sido separadas por la muerte y ha traído mucho dolor a nuestras vidas y a la comunidad también”, dijo a la VOA.
Organizaciones comunitarias se han unido para brindar ayuda económica a los familiares de los fallecidos. Entre ellos el Círculo de Justicia Racial Latino (CJRL), quienes en 24 horas, lograron recaudar 98.000 dólares.
“Nosotros desde el primer momento que nos enteramos de que eran hispanos, nos unimos para ver en qué podíamos ayudar. No importaba de qué nacionalidad fueran, pero nosotros estábamos aquí y listos para ayudar”, dijo a la VOA Susana Barrios, vicepresidente de la organización.
Gevene Alarcón, secretaria de CJRL, aseguró que se sintieron abrumados por “la generosidad y el apoyo que nos vino de tantísimos lugares, en diferentes formas”.
“Estas personas murieron trabajando. Demostramos que somos esas personas que tenemos miles de razones para estar en este país, pero no importa la razón, estamos haciendo lo posible para hacer esta sociedad mejor”, concluyó Alarcón.
El gobernador de Maryland prometió el jueves que “las mejores mentes del mundo” estaban trabajando en planes para limpiar los escombros, sacar del canal el carguero que chocó contra el puente, recuperar los cuerpos de los cuatro trabajadores restantes que se presume muertos e investigar qué salió mal.
[Las periodistas de la Voz de América, Celia Mendoza y Divalizeth Cash, contribuyeron a este informe]
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