Los inmigrantes indocumentados que estén casados con ciudadanos estadounidenses tendrán una nueva vía para solicitar la residencia permanente sin tener que abandonar el país, anunció este martes la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), comenzará a implementar a finales del verano de este año un proceso que “asegurará que los ciudadanos estadounidenses y sus parejas no ciudadanas, así como sus hijos, puedan mantener a su familia unida”.
Funcionarios de alto rango de la administración detallaron que se considerarán “caso a caso” las solicitudes de “ciertas” personas que “cumplan con los requerimientos específicos” para participar del proceso.
Quienes sean aprobados, tendrán acceso a un permiso de permanencia temporal en el país por tres años para que en ese tiempo inicien el proceso de solicitud de residencia permanente. Durante ese tiempo, serían elegibles para permisos de trabajo.
Aunque no detallaron cuánto tomaría el proceso, los funcionarios aseguraron que “el propósito es asegurar que una vez tengan el permiso de permanencia temporal, pueden solicitar un ajuste de estatus desde EEUU con sus familias”.
Actualmente, los inmigrantes indocumentados que estén casados con un ciudadano estadounidense primero deben salir de EEUU hacia su país de origen para solicitar la residencia permanente a través de un proceso consular que puede tomar décadas, y que separa a las familias por un tiempo indefinido.
“Los desafíos y la incertidumbre de este proceso resultan en que muchos cónyuges elegibles no soliciten residencia permanente”, dijo uno de los funcionarios.
¿Cuáles son los requisitos?
Los cónyuges de un ciudadano estadounidense que busquen regularizar su estatus tendrán que haber entrado irregularmente a EEUU, es decir, sin haber recibido un parole o admisión en algún puerto de entrada.
Tendrán que haber cumplido 10 años de estancia en el país antes del 17 de junio de 2024, y también estar casados con la persona ciudadana antes de esa fecha. Además, no deben representar una amenaza para la seguridad pública del país.
No serán elegibles quienes hayan sido deportados anteriormente y regresaron irregularmente al país.
Los funcionarios aseguraron que en las próximas semanas detallarán el costo de la solicitud y la plataforma a través de la cuál podrán solicitar los posibles beneficiarios. “Cualquier persona que intente presentar una solicitud antes de que se abra el proceso será rechazada”, detallaron los funcionarios.
Se anticipa que esta acción beneficie a unas 500.000 personas que permanecen irregulares en EEUU pero están casadas con un ciudadano estadounidense. Mientras, unos 50.000 hijos de estos inmigrantes indocumentados, menores de 21 años y cuyo padre o madre se casó antes de sus 18 años, también se podrán beneficiar.
Camino a la residencia permanente para soñadores
A esta nueva vía a la residencia permanente para cónyuges de ciudadanos, se une una acción adicional para “facilitar el proceso de visa de trabajo para aquellos que se hayan graduado de la universidad y tengan una oferta de trabajo altamente cualificado”, incluyendo beneficiarios de DACA (Consideración de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia).
Visas de trabajo como la H1B, que permite a empleadores estadounidenses contratar a extranjeros en ocupaciones especializadas, significan un camino a la “green card” para algunos beneficiarios de DACA, a través de una residencia por razones de empleo que debe ser patrocinada por el empleador.
Los funcionarios detallaron que el nuevo proceso “aclarará y mejorará” el proceso existente para que los “soñadores” accedan a este tipo de visas de manera “más rápida”.
Beneficiarios de DACA que hayan incumplido los términos de sus permisos de estancia y no tengan su estatus vigente, no podrán ser elegibles.
El sábado pasado, DACA cumplió 12 años de haber sido implementado por la administración del presidente Barack Obama, y del entonces vicepresidente, Joe Biden.
Datos oficiales apuntan a que más de 800.000 jóvenes que fueron llevados a EEUU por sus padres y se quedaron en el país de manera irregular, se han beneficiado de la protección a deportación y el permiso de trabajo que ofrece el programa.
Los funcionarios de la administración Biden reiteraron que estas dos medidas anunciadas continúan siendo soluciones temporales hasta que “el Congreso no actúe para proveer mayor estabilidad” a las familias.
“Estas medidas ayudarán a mantener unidas a las familias estadounidenses y permitirán que más jóvenes contribuyan a nuestra economía y a nuestro país”, agregó uno de los funcionarios.
Hace apenas dos semanas, autoridades migratorias en EEUU anunciaron amplias restricciones al asilo en la frontera suroeste, prohibiendo el acceso a esta protección para quienes crucen irregularmente al país. Una medida que ya fue desafiada en la corte.
“Aunque todavía estamos en la fase de implementación, los encuentros entre puertos de entrada han bajado y las repatriaciones han subido”, dijo un funcionario estadounidense.
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