París recibe un colorido toque de espíritu creativo olímpico con unas 30 vibrantes piezas de arte urbano que han aparecido en las bulliciosas paredes de las estaciones de metro, una gran valla publicitaria en el aeropuerto y frente al ayuntamiento.
Una muestra un dibujo de la esgrimista francesa Ysaora Thibus en acción. Otra tiene atletas remando por el río Sena. Otras más incluyen a personas que se divierten en un distrito concurrido. El arte callejero original se extendió por todo París y otras ciudades anfitrionas cercanas alrededor de los sitios olímpicos y paralímpicos.
“Durante esta época de los Juegos Olímpicos, hay mucha energía y gente que viene de todo el mundo”, dijo JonOne, nativo de Nueva York, quien ha vivido en París durante las últimas tres décadas y es visto en el mundo del arte callejero como un pionero del grafiti.
Es uno de los seis artistas urbanos de renombre de cuatro continentes cuyo trabajo se exhibe actualmente en estaciones de tren, aeropuertos, taxis, pantallas digitales y vallas publicitarias.
Los artistas fueron seleccionados a través de una campaña encabezada por Visa para apoyar a las pequeñas empresas. Proceden de Francia (Marko 93 y Olivia De Bona), Brasil (Alex Senna), Australia (Vexta) y Estados Unidos (JonOne y Swoon).
"¿Por qué no usar arte callejero?”, dijo JonOne, de 60 años, cuyas obras se pueden encontrar en varios lugares de París, incluida la estación Palais Royal-Musée du Louvre. Se necesitaron dos meses con cinco colaboradores para terminar el grafiti de estilo expresionista abstracto azul, blanco y rojo, que cubre 250 metros cuadrados de la pared de la concurrida estación.
“Proyecta mucha energía y cultura juvenil”, dijo. “Es un buen momento para mostrar nuestra obra de arte”.
La campaña fue concebida como una exposición al aire libre comisariada por Nicolas Laugero Lasserre, experto en arte urbano. Las 28 obras de arte originales permanecerán en exhibición hasta el 8 de septiembre.
“Al igual que los atletas de alto nivel, los artistas comparten los valores de la tolerancia, la apertura mental, el pensamiento crítico y la superación”, dijo Lasserre, quien ha organizado más de 50 exposiciones con instituciones públicas y privadas, incluida una exposición en el Ayuntamiento de París. “Asociar el arte y el deporte es una de las piedras angulares del olimpismo”.
Cada creación resalta el espíritu de los barrios, como Saint-Denis, Montmartre y Rue Montorgueil, capturando la vitalidad de cafés, librerías y tiendas que se han convertido en un tejido esencial de París y de la región más amplia de Île-de-France. También se pueden encontrar en los aeropuertos de Lille, Lyon y Marsella, anfitrionas de algunas pruebas olímpicas.
“Les pedimos a los artistas que nos mostraran su versión de París de la manera más auténtica”, dijo Juan Arturo Herrera, administrador de empresas y ejecutivo de marketing de Visa International. El mes pasado, Herrera portó la antorcha olímpica en un recorrido de 200 metros en el este de Francia.
“El arte urbano es la más accesible de las artes”, dijo. “Es universal. Lo hemos visto durante décadas en las ciudades. Se ha abierto camino a través de los museos y queríamos sacarlo de nuevo. Vemos esto como la mayor exposición de arte al aire libre en el espacio público”.
De Bona, parisina, se siente orgullosa de llevar sus obras de arte a su ciudad natal, a su familia y a visitantes de todo el mundo.
“Fue muy conmovedor”, dijo. “Veo cómo el arte hace que mi ciudad sea tan hermosa. Es un privilegio representar a Francia para todas estas personas que vienen a París de todo el mundo”.
De Bona, de 39 años, recordó cuando el arte callejero y el grafiti no eran ampliamente aceptados por las masas. Pero ahora, ha sido testigo de un cambio positivo en la percepción y dentro de la industria, que alguna vez estuvo dominada por los hombres.
“La gente necesita pinturas en las calles”, dijo. “Tiene que ser acogedor con las artes. Somos el puente entre la gente que cree que no cabe en el museo. Acercamos el arte a la gente. Esta es nuestra forma de expresarnos y existir”.
Marko 93 dijo que su pasión por el arte urbano lo mantuvo luchando contra las palabras de los escépticos. A una edad temprana, estaba intrigado por ver la evolución del grafiti durante la era del hip hop de la década de 1980 en Nueva York, a la que llamó la “tierra prometida” del grafiti.
“Todo es cuestión de perseverancia”, dijo el artista de 51 años durante su actuación en vivo, pintando a un esgrimista a lo largo del Sena. “El arte también tiene que ver con la perseverancia. Esta pasión nos empuja a seguir adelante y más allá de nuestros límites”.
Algún día, a JonOne le gustaría que las artes se reintrodujeran como competencia en los Juegos Olímpicos.
Los concursos de arte se llevaron a cabo por primera vez en los Juegos Olímpicos de 1912 en Estocolmo, con medallas otorgadas en cinco categorías: arquitectura, literatura, música, pintura y escultura.
El Comité Olímpico Internacional puso fin a las competiciones artísticas en los Juegos de 1948, y un intento por recuperarlas fue denegado cuatro años después.
“Los artistas también son como los atletas”, dijo JonOne. “Respeto a los atletas de baloncesto y a los corredores. El arte no es realmente un deporte, pero debería incluirse en los Juegos Olímpicos. El simple hecho de sobrevivir como artista es un deporte olímpico”.
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