Han pasado 74 días desde que el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump debatieron el 27 de junio en Atlanta.

Sin embargo, este martes, cuando faltan solo 56 días para las elecciones presidenciales y menos para el comienzo de la votación anticipada, serán Trump y la vicepresidenta Kamala Harris quienes se enfrenten en Filadelfia.

Harris, frente a las preguntas de los reporteros, dijo estar lista para el debate. Harris se ha estado preparando intensamente con un asesor que imita a su rival.

Por su parte, Trump se ha estado preparando de manera más relajada, en sesiones informales en las que miembros de su personal discuten con él sobre su historial.

Trump en un mitín en Wisconsin dijo:

“Saben, si la destruyo en el debate, dirán que Trump sufrió una derrota humillante esta noche. No importa lo que pase.”

El debate no tendrá declaraciones de apertura, ni audiencia en el estudio, y los micrófonos serán silenciados hasta que sea el turno de cada candidato para hablar.

Nate French, de la Wake Forest University cree que:

“Trump tiene que demostrar que puede ser presidente, y tiene que demostrarle a mucha gente que lo observa que puede ser tan asertivo y agresivo como quiera sin ser grosero. Kamala Harris tiene que demostrar que es presidencial. Tiene que demostrar que puede identificar en qué aspectos sus políticas son diferentes a las de Biden, pero aun así moverse en la misma plataforma demócrata”.

Mientras tanto, durante el fin de semana, Trump advirtió que si gana un segundo mandato, habrá penas de cárcel para operadores políticos, votantes ilegales y funcionarios electorales corruptos.

La semana pasada, en un podcast, Trump admitió que perdió en 2020 por un pelo.

En los últimos días, varios republicanos han declarado que no respaldarán a Trump o que votarán por Harris, como el exvicepresidente Dick Cheney y su hija Liz, exlegisladora de Wyoming:

“Hay muchos republicanos que dicen: ‘No votaremos por él, pero pondremos a otra persona’. Y creo que esta vez eso no es suficiente. Es importante votar por la vicepresidenta Harris.”

El expresidente George Bush declaró que no respaldaría a Trump. Al mismo tiempo, la gran mayoría de los votantes republicanos y los funcionarios electos del partido continúan apoyándolo.

Según una encuesta realizada por el diario The New York Times, Trump y Harris están empatados en este momento. Un 48 por ciento de los electores apoya a Trump frente a un 47 por ciento que apoya a Harris. Una parte sustancial de los electores afirmó que aún no conoce lo suficiente sobre Harris y sus políticas, lo que subraya la importancia del debate en una contienda que podría inclinarse hacia uno u otro lado.