Al venezolano Víctor Armas se le ocurrió la idea de emprender cuando emigró a Alemania. Antes de eso jamás tuvo un acercamiento con la gastronomía.
“Cuando llegué a Alemania empecé a trabajar en gastronomía por primera vez en mi vida y me di cuenta que se me daba bien. Comencé en un sitio de arepas muy conocido aquí en Berlín”, recuerda en entrevista para la Voz de América.
Posteriormente, Armas, 35 años, decidió evaluar el mercado gastronómico en el país europeo y se dio cuenta que los hot dogs (perros calientes) no tenían la misma cantidad de ingredientes que en Venezuela, donde suelen agregarle diversas salsas, queso amarillo, entre otros ingredientes.
Fue así como en julio de 2023 nació El Chamo Venezuelan Street Food, un carrito de hot dogs inspirado en los sabores venezolanos y también en la forma en la que se presentan en su país natal.
Su negocio opera en la ciudad de Berlín. Inicialmente el venezolano ofrecía solo perros calientes y papelón con limón (bebida típica venezolana a base de panela), ahora ha logrado expandir un poco el menú y también cuenta con pepitos de carne y golfeados (masa de harina con toppings de canela y queso) como postre.
“En un futuro me gustaría vender pepitos mixtos, de pollo, hamburguesas 4x4 y toda la oferta gastronómica que tiene un carrito en Venezuela”, asegura.
Un emprendimiento en ascenso
Pese a tener pocos años funcionando, El Chamo Venezuelan Street Food ha logrado gran receptividad entre turistas y habitantes de Berlín, así lo afirma Víctor Armas, quien comenta que esto se debe a que los alemanes son personas “muy abiertas” con las otras culturas y sienten curiosidad de probar gastronomías distintas a la suya.
“La receptividad de mi producto en Berlín ha sido espectacular, ha sido muy buena porque los alemanes de por sí son muy abiertos con los latinos, les encanta la cultura latina, especialmente en Berlín les encanta conocer y comer nuevas cosas, por eso la receptividad. Les encantan las papitas fritas, el queso, las salsas porque es algo totalmente nuevo para ellos, se quedan impresionados cuando les agrego tanto queso al pan . Algunos hasta se ríen”, relata el joven emprendedor.
Para lograr esta receptividad de sus clientes locales, Armas dice que ha hecho algunos ajustes a su menú, como por ejemplo agregar a la oferta las cebollas fritas, que es un producto que en Alemania se come más que las papas fritas.
Sobre quiénes son sus clientes más frecuentes, el venezolano cuenta que no hay un objetivo definido. Reconoce que muchos de los que llegan hasta su carrito de comida son de origen latino, pero también recibe clientes procedentes de otras zonas de Europa, ya que, afirma, Berlín es una ciudad multicultural.
Su popularidad en la ciudad alemana lo llevó a que recientemente un famoso canal de gastronomía llamado Moodi Foodi Berlín, el cual cuenta con 220.000 suscriptores en YouTube, reseñara su carrito de comida en un video en el que además mostró los diversos procesos que realiza el joven para tener listo el producto.
Para este programa gastronómico, el punto que hace especial el negocio son los diferentes tipos de salsas que ofrece. Entre ellas una de tocino y otra de perejil y cilantro.
Otra curiosidad del carrito de hot dogs es que también es un medio de transporte, pues está adaptado en una bicicleta, así Armas puede trasladarlo con facilidad a diario hasta el punto de Berlín en el que se instala para vender.
“Este trabajo me hace sentir en casa”
Víctor Armas emigró de Venezuela hace 12 años. Inicialmente se residenció en España, pero en 2021, cuando su pareja recibió una oferta laboral en Alemania, decidieron mudarse para probar suerte. Allí el joven comenta que trabajó en un local de comida venezolana, previamente tuvo trabajos de cajeros, mesero, en obras de construcción, entre otros
“La verdad es que la palabra emprendedor me va como anillo al dedo porque nunca antes había trabajado con negocio propio . Había estado en tiendas , como cajero, en construcción. He sido muy multifacético”, apunta.
Su aventura emprendiendo no solo le ha dado estabilidad en Alemania, sino que lo ha mantenido cercano a su país, pues afirma que trabajar con un carrito de comida dedicado a la venta de perros calientes venezolanos “lo hace sentir en casa”.
“Este trabajo me hace sentir en casa. Para mí por eso es tan importante, porque cuando estoy en mi trabajo siento un pedacito de Caracas y eso me llena de felicidad. También cuando llega un venezolano y come mi producto y eso lo hace sentir en casa. Creo que esa es una responsabilidad muy importante”.
Víctor Armas agrega que ofrecer y mostrar en Berlín un poco de la gastronomía venezolana es una tarea que asume con responsabilidad porque con su trabajo solo pretende dejar el nombre de su país en alto.
“Para mi llevar un poco de la gastronomía de Venezuela a otro rincón del mundo lo veo como algo muy bonito, pero también de mucha responsabilidad porque lo que quiero es siempre llevar el nombre de mi país en alto y mostrar al mundo lo rico que es en sus diferentes formas”, concluye.
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