Los bosques tropicales del continente americano y en otras regiones del mundo están cambiando rápidamente. Los estudios realizados durante las últimas décadas indican que cada vez más los árboles del centro y sur de América deben competir por la luz y los nutrientes con las enredaderas.
Los análisis muestran que las enredaderas están creciendo tan abundantemente como resultado del cambio climático y el aumento en los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera que no pueden competir con ellas.
Adentro, en los bosques tropicales de Panamá, en una isla conocida como Barro Colorado, los científicos del Instituto de Investigación Tropical del Smithsonian estudian la flora y la fauna de hace casi 100 años.
Stefan Schnitzer estudia las enredaderas o bejucos leñosos, unos parásitos que requieren de los árboles para sobrevivir. Este científico encontró que en las últimas cuatro décadas el número de enredaderas viviendo en los árboles se ha duplicado.
“Probablemente un 80% de los árboles que están alrededor de nosotros están compitiendo con las enredaderas, estos organismos están afectando a casi todos los árboles. Por lo que su promedio de crecimiento se ha visto reducido”, explica Schnitzer.
Pero no solo el crecimiento. Las enredaderas compiten por los nutrientes de la tierra y privan a los árboles de la luz, lo que puede afectarlos a tal punto que puede ser mortal para los árboles.
“Lo que es interesante de estas enredaderas es que ellas se suben en un árbol, el árbol se cae, el parásito se cae con él, el árbol muere, pero la enredadera no”, añade Schnitzer.
El investigador cree que las enredaderas están creciendo tan rápidamente por la sequía y el aumento en la temperatura. Según él, estos parásitos de madera previenen a los árboles de crecer y capturar dióxido de carbono.
¿Por qué esto debe preocuparnos? Schnitzer dice que los bosques tropicales contienen alrededor de un tercio del carbono de todo el mundo. Si los árboles no capturaran el dióxido de carbono, el cambio climático sería una amenaza aún mayor.