El hombre acusado de quemar a una mujer hasta la muerte en una estación de tren del subway de la ciudad de Nueva York fue acusado formalmente de cargos de homicidio y de incendio deliberado, informó el viernes un fiscal, mientras las autoridades siguen trabajando para confirmar la identidad de la víctima.
La acusación formal se produce días después del arresto de Sebastián Zapeta y su posterior interrogatorio policial, en el que, según las autoridades, afirmó no saber qué había sucedido, aunque se identificó a sí mismo en fotos y videos de vigilancia que mostraban el incendio.
El fiscal de distrito de Brooklyn, Eric Gonzalez, comentó a los reporteros que el acta de acusación será desprecintada el 7 de enero y que Zapeta ha sido acusado de varios cargos de homicidio así como de uno de incendio deliberado. El máximo cargo conlleva una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
“Fue un acto malicioso. Una mujer dormida y vulnerable en nuestro sistema de metro”, dijo González.
Zapeta, de 33 años, quien, según autoridades federales de inmigración es un ciudadano guatemalteco que ingresó ilegalmente a Estados Unidos, fue acusado inicialmente de asesinato e incendio deliberado en una denuncia penal.
Tales acusaciones suelen ser un primer paso en el proceso penal porque, en Nueva York, todos los casos de delitos graves requieren una acusación formal de un jurado investigador para proceder a juicio, a menos que el acusado renuncie a ese requisito.
El abogado que representa a Zapeta rechazó comentar al respecto.
Las autoridades dicen que Zapeta se acercó a la mujer, que estaba inmóvil y se cree que estaba dormida, en la parada de la estación de Coney Island, y le prendió fuego a su ropa con un encendedor el domingo por la mañana. Agitó una camisa hacia ella para avivar el fuego, provocando que la mujer quedara envuelta en llamas, señalaron las autoridades.
Posteriormente, Zapeta se sentó en una banca de la plataforma y observó mientras ella se quemaba, afirmaron los fiscales. La mujer fue declarada muerta en el lugar. La policía detuvo más tarde a Zapeta cuando viajaba en un tren de la misma línea.
Gonzalez comentó a los reporteros el viernes que la policía y los médicos forenses están trabajando para identificar a la mujer utilizando huellas dactilares y técnicas avanzadas de ADN, al tiempo que siguen sus pasos antes del asesinato.
El domicilio de Zapeta en Brooklyn, divulgado por la policía después de su arresto, corresponde a un refugio que proporciona vivienda y apoyo para personas que padecen abuso de sustancias.
Las autoridades federales de inmigración dijeron que fue deportado en 2018, pero regresó a Estados Unidos ilegalmente en algún momento después de esa fecha.
El terrible episodio ha renovado la preocupación por la seguridad en el mayor sistema de transporte público del país.
En general, la delincuencia en el metro es relativamente inusual, y los trenes y las plataformas generalmente son tan seguros como cualquier otro lugar público de la ciudad de Nueva York. Los datos de la policía muestran que los principales delitos disminuyeron este año hasta noviembre, en comparación con el mismo periodo de 2023.
Pero los homicidios aumentaron, y se registraron nueve asesinatos hasta noviembre frente a cinco durante el mismo periodo del año pasado. Esa cifra no incluye a la mujer que murió quemada ni al hombre que fue apuñalado mortalmente en una estación de metro de Queens el mismo día.
Los atentados de gran repercusión, como los apuñalamientos y los empujones violentos, también ponen nerviosos a muchos viajeros en una ciudad en la que millones de personas utilizan el metro cada día.
“Cuando se producen estos incidentes, el éxito se ve ensombrecido y eso afecta a la psique de los neoyorquinos”, declaró el alcalde de Nueva York, Eric Adams, en una entrevista televisada a principios de esta semana, señalando que en muchos incidentes de gran repercusión están implicadas personas con problemas de salud mental.
Adams, quien es demócrata, ha ordenado a la policía que colabore con el equipo de investigación del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) para estudiar la posibilidad de presentar cargos penales contra Zapeta en virtud de la legislación federal sobre incendios deliberados, según un portavoz de la oficina del alcalde.
Gonzalez dijo a los periodistas el viernes que los cargos presentados por su oficina podrían dar lugar a una pena más severa, con la posibilidad de que Zapeta pudiera ser condenado a cadena perpetua sin libertad condicional.
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