La Casa Blanca achacó a la “intimidación” por parte del gobierno cubano la escasa participación en la jornada de protestas convocada en la isla por grupos opositores para este 15 de noviembre.
"Ante las pacíficas protestas planeadas para hoy, el régimen cubano desplegó, como era predecible, el abanico de las duras condenas de prisión, los arrestos esporádicos y las tácticas de intimidación, todo en un intento por silenciar la voz del pueblo cubano según claman por cambios", señaló el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jack Sullivan, en un comunicado.
Sullivan encomendó "el valor" de aquellos cubanos que, a pesar de todo, optaron por salir a las calles, lo cual contrastó con "las acciones del régimen cubano", el cual, según sostuvo, "falló en el respeto de los derechos civiles y políticos enumerados en la Declaración de Derechos Humanos".
“No hemos visto mucho en la calle. Claramente han estado trabajando en los días previos a esta [protesta] para intimidar a los cubanos a no salir a la calle y pedir mayores libertades”, reconoció un alto funcionario del gobierno de Estados Unidos el lunes en una llamada con periodistas.
El vocero del gobierno subrayó que EE. UU. apoya la capacidad de “todos los cubanos (…) para expresar sus aspiraciones para un mejor futuro de una manera pacífica y democrática”.
El despliegue de fuerzas de seguridad del estado impidió la Marcha Cívica por el Cambio que convocara el proyecto Archipiélago y que fue prohibida por el gobierno cubano. La policía acordonó las viviendas de varios de los coordinadores del proyecto durante la jornada, cuando se esperaba una respuesta masiva de cubanos en las calles.
Organizaciones en pro de los derechos humanos también condenaron el bloqueo impuesto por el gobierno cubano para evitar las protestas. Cuba acusó a Estados Unidos de estar detrás de las protestas convocadas como una forma de desestabilizar su gobierno, algo que ha sido rechazado desde Washington.
EE. UU. explora opciones y aumenta fondos para conectividad en Cuba
La Casa Blanca ha instruido al Fondo para la Tecnología Abierta (OTF, por sus siglas en inglés), una organización financiada por el gobierno estadounidense que busca apoyar la libertad en internet, a incrementar la asistencia a tecnologías que permitan a los cubanos eludir los bloqueos de internet y mejorar el ancho de banda de su conexión.
Según informó el funcionario, EE. UU. ha estado realizando una evaluación sobre qué políticas o herramientas pueden servir para lograr su objetivo de garantizar o mejorar el acceso a internet en Cuba.
El funcionario no entró en detalles sobre qué tipo de herramientas o tecnologías está apoyando, ya que puede señalarlas “como un blanco fácil al régimen cubano para encontrar contramedidas para removerlas”. Sin embargo, mencionó como opciones que han explorado el apoyar la “rápida expansión de las redes privadas VPN” que se usan en la isla.
Senadores republicanos han pedido a la Casa Blanca autorizar que empresas proveedoras de internet suministren ese servicio al pueblo de Cuba tras los cortes de conexión aplicados por las autoridades para dificultar la organización de protestas.
Apoyo internacional
El funcionario de la Casa Blanca también adelantó que el gobierno del presidente Joe Biden buscará conseguir más apoyo internacional para presionar a Cuba; en concreto, dijo que el presidente demócrata tocará el tema con los líderes de Canadá y México, Justin Trudeau y Andrés Manuel López Obrador, respectivamente.
“Nos aseguraremos que estamos poniendo las peticiones del pueblo cubano al frente de nuestros acuerdos internacionales”, señaló el funcionario.
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