El ministro del Interior de Perú, Jorge Montoya, lamentó el domingo la muerte de trece personas, mientras autoridades del gobierno criticaron a los propietarios del club nocturno en el que murieron aplastadas o asfixiadas estas personas cuando trataban de huir de la policía, que se presentó para detener una fiesta prohibida debido a las restricciones por el coronavirus.
Otras seis personas resultaron heridas, entre ellos tres policías, durante la redada practicada en la noche del sábado en la discoteca donde participaban unas 120 personas en la reunión clandestina, dijo la Policía.
La intervención policial se produjo poco antes del inicio de un toque de queda dominical decretado por el gobierno hace más de una semana, cuando se prohibieron también las reuniones familiares y sociales en medio de un rebrote del coronavirus.
“Pido la máxima sanción para los dueños de este centro, que ha sido realmente una irresponsabilidad y estamos hablando de un homicidio doloso por afán de lucro”, dijo la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Rosario Sacieta, a periodistas tras visitar la zona de incidente en la madrugada del domingo.
El hecho se produjo en la discoteca Tomas Restobar, que funciona en un segundo piso del local en el distrito Los Olivos de Lima, luego que llegara la policía alertada por los vecinos para detener la fiesta debido a la prohibición vigente.
El general de la policía nacional Orlando Velasco dijo a la radio local RPP que tras llegar al local la policía conminó a los asistentes a desalojar el club nocturno.
“En estas circunstancias que las personas empiezan a pugnar por salir, se genera un tumulto todos se van unos contra otros”, dijo Velasco. “Lamentablemente hay 13 personas fallecidas”.
El Ministerio del Interior informó en un comunicado que los asistentes intentaron escapar por la única puerta de ingreso, atropellándose y quedando atrapadas entre la puerta y una escalera de local.
“Sabiendo que hay una emergencia sanitaria, sabiendo que ni siquiera en tu casa puedes reunirte con familiares que no viven ahí, tengas la irresponsabilidad de abrir un local para que 120 personas entren”, afirmó la ministra Sacieta.
Imágenes de televisión mostraron a algunas víctimas en el toldo de una camioneta y familiares llorando, así como personal sanitario con mascarillas llegando al club nocturno, mientras la policía con escudos acordonaba el local.
La policía dijo que en la intervención no se usaron gases lacrimógenos o armas, como denunciaron algunos familiares. Según la policía, son 11 hombres y dos mujeres las víctimas, aproximadamente de entre 20 y 30 años.
En el operativo fueron detenidas unas 23 personas como parte de las investigaciones.
Los contagios del COVID-19 en Perú han crecido a un promedio diario de 9.000 en los últimos tres días y el Ministerio de Salud reportó que los casos confirmados ascendieron el sábado a 585.236 -el doble frente a lo reportado el 2 de julio-, mientras que los muertos por la enfermedad ya suman 27.453, casi dos veces más que el 21 de julio.
La cifra de contagios en Perú es la segunda más alta de América Latina y la sexta en el mundo, según un recuento de Reuters.
Perú impuso una estricta cuarentena en marzo, frenando casi todas las actividades productivas del país. Pero desde mayo, el gobierno inició una reapertura escalonada de su economía, que según proyecciones del banco central se contraería este año un 12,5%, en el que sería el peor desempeño en un siglo.