Antes, en casa, no se hablaba de vacunas, cepas o epidemiología. Ahora, son conceptos que hacen parte del vocabulario diario.
"Las personas quieren conocer, estar dentro de las evidencias científicas, tener acceso a la buena información científica que, de alguna manera, nos ayuda a todos nosotros en el individual, el colectivo, a tomar decisiones importantes, y sabemos que en esta pandemia decisiones que además salvan vidas", explicó Lidia Brito, directora regional de Ciencias de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura de la UNESCO, en entrevista con la Voz de América.
En este sentido, la situación generada por el COVID-19 ha puesto sobre la mesa el tema de la ciencia, la tecnología y la innovación como una de las principales prioridades en la región y ha evidenciado retos y lecciones que, para Lidia Brito, se enmarcan en temas de inversión, sistemas robustos y homogeneidad.
Para la experta, quien además es la directora del Foro Abierto de Ciencias de América Latina y el Caribe CILAC 2021, “los gobiernos que invirtieron en ciencia y que fortalecieron sus sistemas nacionales de ciencia, tecnología e innovación fueron países que tuvieron y tienen las mejores condiciones para mantener sus poblaciones seguras y saludables”, durante la pandemia, así como para garantizar el acceso y la producción de las vacunas.
En ese sentido, añade, en la región es indispensable invertir en ciencia, tecnología e innovación “si queremos tener esa ciencia que necesitamos para esta crisis, para la postcrisis y para todas las otras que pueden venir”.
Un desafío muy grande en una región con un estancamiento en su crecimiento económico porque América Latina y el Caribe “está abajo del 1 por ciento del PIB y es una recomendación de la UNESCO que el mínimo de inversión para ciencias debería estar en un por ciento del PIB”.
Para ella, los sistemas de ciencia son muy heterogéneos y es necesario robustecerlos. Otro problema que identifica la experta es que no existen mecanismos fuertes y sólidos de colaboración y cooperación regional.
Según Brito, un reto más consiste en garantizar que el conocimiento producido llegue a las personas combatiendo la información falsa: “Garantizar que estos mensajes de la ciencia llegan al ciudadano y de una manera comprensible y verificada, que no haya realmente alteraciones”.
Por otro lado, agrega, la colaboración científica ha generado que el mundo conozca mejor el virus, su descripción genética y funcionamiento. En la región, entonces, es necesario “promover más colaboración regional, más colaboración internacional".
“De nuevo se compartió información científica como nunca antes y abrir ese conocimiento u otros grupos de investigación ha prometido que más conocimiento pudiera ser producido”, explica Brito, quien agrega que el capital humano, los datos y las metodología deberían ser compartidas.
Es necesario “crear una cultura científica en nuestras sociedades” que puedan ayudar a tomar decisiones en políticas públicas, pero también en el día a día del ser humano.
¿Cuáles países están mejor preparados?
Según directora regional de Ciencias de la UNESCO, Brasil, Argentina, México y Chile son líderes en la región, en materia de datos, publicación y producción en conocimiento científico.
“Sin dudas son países con sistemas de investigación bastante desarrollados y con números grandes de investigadores de las varias áreas de ciencias”, pero según Brito, también hay países que tuvieron un rol importante durante la pandemia, con científicos que contribuyeron para el conocimiento del COVID-19, como Uruguay.
Para la experta, otro punto de enfoque en la región deben ser las universidades públicas. “El 70 por ciento de grupos de investigadores de esta región son miembros, staff y funcionarios de las universidades públicas de estas regiones. Significa entonces que la inversión en ciencia también supone un apoyo importante a las instituciones de educación superior”, sostiene.
Papel de la ciencia en la actualidad
La pandemia dejó ver cómo la humanidad está interconectada. Varios campos de la ciencia trabajan juntos “para dar soluciones y esa transformación de la ciencia en algo más abierto, en algo también más comunicable a la sociedad hace que la ciencia retome ese rol importante que tiene de realmente poder ayudarnos con conciencia a imaginar ese futuro mejor que queremos todos”.
Aunque, según Brito, los ciudadanos han dejado ver desde siempre la necesidad de participar y contribuir a las agendas científicas de sus países de sus suscripciones, con el COVID. “Esa participación se tornó bastante más fuerte. Y para nosotros es una tendencia maravillosa porque la ciencia es para la gente, es de la gente, y es el conocimiento científico es producido por la gente”,a firma.
Foro CILAC
La UNESCO, junto a un grupo de socios regionales y el gobierno de Argentina, realizarán desde este lunes y hasta el próximo miércoles la tercera edición del Foro CILAC, siendo la primera vez que se desarrolla en formato virtual, a causa de la pandemia.
Ciencia inclusiva, ética de la inteligencia artificial, ciencia abierta, desafíos y oportunidades de la economía digital, contextualizado a la pandemia generada por la COVID-19, son algunos de los temas de la agenda.
“Hoy la inteligencia artificial penetra nuestras vidas, quizás hasta no nos damos cuenta cómo influye en muchas cosas que hacemos, por eso, uno de los principios éticos garantizar que la sociedad entienda que esa inteligencia artificial, dónde está y cómo interactuamos con sistemas de inteligencia artificial en nuestro cotidiano y la implicación que llene. Además. también garantizar que no tenemos riesgos… garantizar quién diseña, quién desarrolla sistemas de inteligencia artificial”, explicó Brito a la VOA.
La brecha digital también será uno de los temas de discusión que, como afirma la experta, quedó en evidencia durante la pandemia.
“Nosotros tenemos una brecha muy abultada, que es la brecha de acceso a internet y a una computadora y a una buena conexión o a banda larga, y esa brecha continúa, y no es solo “ una brecha de infraestructura. Es una brecha de educación. Es una brecha de conocimiento, de capacidades, de habilidades para poder efectivamente ser un ciudadano digital”.
Finalmente, para Brito, la ciencia es un sector que tiene mucha capacidad para dar respuestas a los grandes desafíos de los países de la región, pero que necesita de recursos humanos y financieros para hacerlo y este es un espacios “de inspiración y de buscar energía y para para continuar hasta esta difícil tarea que tienen las altas autoridades de ciencia, tecnología e innovación”.
El evento reúne más de 20 sesiones de alto nivel, con autoridades y referentes de la región y el mundo, otras 30 conferencias temáticas, stands virtuales para visitar y un amplio conjunto de eventos paralelos.
El foro, explica su directora, permite aprovechar el punto de conexión que tiene la ciencia para realmente promover esa colaboración que necesitamos”, además de ser un “espacio de debate, de conversación, de sueño, pero también de realidad. De ver cómo están las cosas, que desafíos tenemos y cómo podemos aprender unos de los otros caminando mano a mano para un desarrollo sostenible de nuestra querida región”. También, es un espacio para trabajar de manera colectiva los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.
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