Argentina reportó el jueves que la inflación de mayo fue de 4,2 %, la tasa mensual más baja en más de dos años, consolidando la caída en el nivel de precios bajo la gestión del libertario Javier Milei.
En tanto, la inflación interanual marcó 276,4 % y acumula en el año 71,9 %, según el relevamiento del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
La última vez que el país sudamericano había registrado una tasa mensual más baja fue en enero de 2022 (3,8 %).
“Se profundiza el proceso de desinflación iniciado en 2024”, destacó en X, antes Twitter, el ministro de Economía, Luis Caputo, en la primera reacción oficial tras conocerse la cifra.
“La dinámica de precios volvió a ubicarse por debajo de lo esperado por el consenso de los analistas participantes en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA (Banco Central de la República Argentina)”, agregó el funcionario en referencia al estudio del cual participan las principales consultoras económicas del país.
Caputo también destacó que la variación interanual evidencia “la primera desaceleración” desde julio de 2023.
Milei, un economista ultraliberal, asumió en diciembre con una inflación de 25,47 % producto de la herencia del anterior gobierno de centroizquierda de Alberto Fernández (2019-2023) y de sus primeras medidas de ajuste, que incluyeron una devaluación del peso del 54 % y una desregulación de las tarifas de servicios que disparó el índice de precios.
A partir de enero (20,61 %), la desaceleración continuó en febrero (13,2 %), marzo (11 %) y abril (8,8 %).
La consultora C&T Asesores Económicos atribuyó la fuerte baja en el quinto mes del año a “los menores ajustes en precios regulados" (como servicios públicos), que en mayo aumentaron un 4 %, la menor tasa desde abril de 2022. También destacó una desaceleración de la inflación núcleo —no incluye servicios ni productos estacionales— que pasó de 6,3 % a 3,7 %, "siendo la menor desde enero de 2022”.
No obstante, los primeros relevamientos de precios de C&T en junio prevén una inflación “superior” por los ajustes en electricidad y gas.
Mientras Milei atribuye la desaceleración de la inflación al recorte de gastos y al freno de mano a la emisión monetaria, analistas y opositores advierten que obedece a una brusca caída de la actividad económica y del consumo a niveles similares a la devastadora crisis de principios de siglo.
El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), también publicado por el INDEC, reveló que el primer trimestre del año la economía se contrajo un 5,3 %.
En tanto que las ventas minoristas retrocedieron 7,3 % anual en mayo y acumulan una caída de 16,2 % en los primeros cinco meses del año, según un reporte de Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Pero tras convivir durante años con una de las inflaciones más altas del mundo, de a poco los argentinos cambian de preocupaciones.
De acuerdo a un relevamiento del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano en mayo, “la preocupación por la inflación ha cedido el primer lugar a las cuestiones vinculadas con el trabajo”.
En el sondeo sobre 450 casos, el 28 % de los consultados manifestó que teme perder el trabajo ante un 25 % que respondió al aumento de precios.
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