Artistas como Pablo Picasso, Alexander Calder y Robert Rauschenberg dejaron atrás obras por las que son ampliamente conocidos: Picasso, los portarretratos surrealistas de sus amantes; Calder, los móviles gigantes; y Rauschenberg, por sus grandes combinaciones de materiales desechables y basura.
Pocos, sin embargo, saben que estos artistas también hicieron joyería. El Museo de las Artes y Diseño de Nueva York organizó una exhibición de 200 pendientes, broches y anillos, de los cuales 130 piezas son de la colección de la francesa, en algún momento periodista, Diane Venet.
Siendo muy joven, ella se enamoró del escultor francés Bernar Venet.
“Yo conocí a mi esposo hace 26 años, y no mucho después de eso, él me regaló un anillo de plata de compromiso. De hecho, esa fue la primera pieza de arte que yo tuve”, recuerda Venet.
La mayoría de las piezas de su colección han sido intercambios de obras de otros artistas y las de su esposo. De pronto, ella tenía una colección de joyas hecha por artistas mejor conocidos por sus grandes trabajos, incluyendo el escultor Cesar.
Venet organizó la exhibición titulada, “De Picasso a Koons: artistas joyeros”, en la cual se concentra en artistas no reconocidos esencialmente por sus joyas.
“El Museo de Artes y Diseño considera la joyería como una formas de arte contemporáneo, que además cruza culturas, géneros y raza”, dijo Holly Hotchner, directora del museo.
“La idea no es hacer una escultura en miniatura. La idea es tener un concepto que esté relacionado al cuerpo”, dijo Hotchner.
Ella señala que no todos los artistas se sienten cómodos con diseñar arte para el cuerpo. Sin embargo, como muestra la exposición, incluso una pequeña pieza puede ser una gran obra de arte.
