Por segundo mes consecutivo disminuye considerablemente la cifra de niños migrantes no acompañados que son aprehendidos por las autoridades de inmigración estadounidense al tratar de ingresar al país por la frontera con México.
El Departamento de Seguridad Nacional reportó que en agosto aprehendieron 3.129 niños sin compañía adulta y en su mayoría provenían de Honduras, El Salvador y Guatemala.
Al comparar la cifra con la de los meses de julio y junio es notorio el descenso que las autoridades y países comprometidos atribuyen a diversos factores.
En julio los agentes de inmigración y aduana detuvieron a 5.400 menores no acompañados mientras que en el mes de junio la cifra era de 10.600 niños solos.
Las razones son variables y van desde las extremas medidas de seguridad impuestas en la frontera por el gobierno de Estados Unidos y México y la agresiva campaña publicitaria para concientizar a los padres de los peligros de enviar a sus hijos solos por la frontera.
A esto se suma los constantes esfuerzos del gobierno estadounidense por clarificar su política migratoria en los países centroamericanos donde una ola de información falsa elaborada por los grupos de traficantes o llamados “coyotes” se había diseminado. La desinformación promovía el cruce ilegal por la frontera bajo la promesa falsa que EE.UU. no deportaba a los menores indocumentados y que podrían recibir algún tipo de amparo migratorio.
Desde el inicio del año fiscal 2014 ingresaron al país más de 66.000 niños solos lo que generó una crisis humanitaria de la que todavía no se logra una salida o solución permanente.
Por lo pronto el presidente Barack Obama solicitó al Congreso la asignación de $ 3.700 millones de dólares para lidiar con la crisis y ofrecer asistencia a este grupo humano, pero la Cámara de Representantes, liderada por los republicanos se resiste a aprobar.