El papa Benedicto XVI clausuró la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos y en la homilía del domingo dijo que quienes se han alejado de Dios “han caído en la miseria y son mendigos de la existencia.”
El Sumo Pontífice expresó que quienes no consideran importante a Dios necesitan una nueva evangelización.
“Las personas que se han alejado de Dios, que ya no lo consideran importante en su vida han perdido una gran riqueza, han caído en la miseria, se han convertido en mendigos de la existencia y necesitan una nueva evangelización".
Benedicto XVI presidio el Sínodo de Obispos en el que participaron 262 jerarcas católicos de todo el mundo.
"Hay riquezas preciosas para nuestra vida y que no son materiales, que podemos perder", exclamó el papa.
El papa reiteró a los católicos que se han alejado de Dios que han caído en la miseria desde una alta dignidad, no económica o de poder terreno, sino cristiana, han perdido la orientación segura y sólida de la vida”, dijo.
El obispo de Roma subrayó que son personas que tienen necesidad de una nueva evangelización, de un nuevo encuentro con Jesús, "el Cristo, el Hijo de Dios, que puede abrir nuevamente sus ojos y mostrarles el camino".
“La nueva evangelización concierne a toda la Iglesia que tiene que utilizar métodos nuevos, usando nuevos lenguajes, apropiados a las diferentes culturas del mundo, para proponer a Cristo”, expuso Benedicto XVI.
El relator general del Sínodo, arzobispo de Washington, EEUU, cardenal Donald William Wuerl, resaltó "el fuerte sentido de unidad" aseguró que es un "tema que necesita la Iglesia" y que espera "llevar el mensaje de la Iglesia en este mundo moderno y complejo".
El Sumo Pontífice expresó que quienes no consideran importante a Dios necesitan una nueva evangelización.
“Las personas que se han alejado de Dios, que ya no lo consideran importante en su vida han perdido una gran riqueza, han caído en la miseria, se han convertido en mendigos de la existencia y necesitan una nueva evangelización".
Benedicto XVI presidio el Sínodo de Obispos en el que participaron 262 jerarcas católicos de todo el mundo.
"Hay riquezas preciosas para nuestra vida y que no son materiales, que podemos perder", exclamó el papa.
El papa reiteró a los católicos que se han alejado de Dios que han caído en la miseria desde una alta dignidad, no económica o de poder terreno, sino cristiana, han perdido la orientación segura y sólida de la vida”, dijo.
El obispo de Roma subrayó que son personas que tienen necesidad de una nueva evangelización, de un nuevo encuentro con Jesús, "el Cristo, el Hijo de Dios, que puede abrir nuevamente sus ojos y mostrarles el camino".
“La nueva evangelización concierne a toda la Iglesia que tiene que utilizar métodos nuevos, usando nuevos lenguajes, apropiados a las diferentes culturas del mundo, para proponer a Cristo”, expuso Benedicto XVI.
El relator general del Sínodo, arzobispo de Washington, EEUU, cardenal Donald William Wuerl, resaltó "el fuerte sentido de unidad" aseguró que es un "tema que necesita la Iglesia" y que espera "llevar el mensaje de la Iglesia en este mundo moderno y complejo".