La Voz de América entrevistó a Borja Adsuara, consultor y profesor de derecho digital de la Universidad Villanueva de Madrid. Él nos explica cómo las empresas grandes y pequeñas en el mundo se vieron en la tarea de aceptar el teletrabajo, algo que, según anticipa, continuará tras la pandemia.
Pregunta: Señor Adsuara, ¿están las empresas preparadas para teletrabajar?
Respuesta: Se ha demostrado que si no se ha hecho antes el teletrabajo era porque no se quería, ahora, obligados por las circunstancias del confinamiento de la noche a la mañana, muchas empresas han mandado a sus empleados a casa a trabajar y lo están haciendo, por lo cual yo creo que era más una cuestión de impulsar el teletrabajo. Ahora ya se ha demostrado que efectivamente puede hacerse.
P: ¿Por qué cree usted que existe cierto escepticismo con el teletrabajo?
R: Siempre que se pasa de un entorno a otro pues seguimos un poco esclavos de los hábitos que teníamos. Yo siempre digo que la transformación digital no es sólo utilizar herramientas digitales.Es un poco el momento en el que estamos ahora, que estamos con una pata en el mundo presencial y con la otra en el mundo virtual -o en el entorno digital-... entonces, es quitar miedos y perderle el miedo a trabajar desde casa.
P: ¿Qué riesgos implica que personas trabajen desde su casa cuando de pronto manejan contenido delicado o contenido privado entre empresas?
R: Bueno, yo creo que no tiene por qué haber, si se hacen las cosas con prudencia, unos riesgos superiores. ¿Por qué? Porque tú estás en tu casa, pero normalmente utilizas plataformas de grandes empresas que ya se han encargado de que sean plataformas secularizadas o documentos en la nube que también son nubes secularizadas.
P: ¿Qué consejo le puede dar a las personas en Estados Unidos y en Latinoamérica que eventualmente van a tener que hacer esto?
R: Bueno pues lo más importante para teletrabajar es organizar el tiempo de la jornada, porque tienes la sensación de que tienes todo el día por delante y al final acabas postergando las labores. Entonces, [hay que] tomárselo como una jornada de trabajo. Yo utilizo mucho, por ejemplo, la agenda Outlook y me pongo todas las horas que voy dedicando al trabajo y luego también me dejo mis espacios para pasear al perro, para comer y mis actividades privadas.
P: ¿Están preparadas las empresas para poder trabajar o para que todos sus empleados teletrabajen?
R: Para que todos los empleados trabajen en todas las empresas, no porque hay determinados trabajos que son presenciales... y justamente lo que se ha hecho en España es que todo el mundo esta en su casa trabajando, salvo aquellos trabajos en los que es necesario que algunos trabajadores -a lo mejor no todos- tengan presencia en la empresa. Pero es un porcentaje mínimo, con lo cual se está demostrando que dentro de una misma empresa hay muchos servicios que se pueden teletrabajar.
P: ¿Qué se pierde al teletrabajar y no ir a una oficina?
P: Se pierden unas cosas y se ganan otras, porque la gente dice que gracias al internet pues se amplía también la posibilidad de conocer gente en las redes sociales y ya no sólo para tu vida personal, sino también para el trabajo. Si vas de casa al trabajo y del trabajo a casa, te queda poco tiempo para conocer gente nueva. Pero también desde el punto de vista profesional, yo hago un uso muy profesional de las redes sociales -especialmente de Twitter- y he conocido gente de mi profesión que tiene los mismos intereses. Idealmente seria tener un par de reuniones presenciales y trabajar cada uno desde su casa.