El senador demócrata y precandidato a la presidencia de Estados Unidos Bernie Sanders fue dado de alta, tras pasar tres días ingresado en un hospital de Las Vegas por un infarto cardiaco, confirmó el viernes su campaña.
“Después de dos días y medio en el hospital, me siento grandioso, y después de tomar un breve descanso, espero volver al trabajo”, dice un comunicado que difundió la campaña de Sanders, en el que el senador agradece a los médicos, enfermeras y demás personal del hospital.
Sanders, de 78 años, suspendió su campaña temporalmente luego de ser internado en el Centro Médico Hospital Desert Springs, en Nevada, Las Vegas, al sufrir un malestar en el pecho durante un acto el martes.
Los médicos le insertaron dos cánulas para abrir la arteria cardiaca bloqueada, de acuerdo con un comunicado del hospital.
Los médicos, Arturo Marchand Jr. y Arjun Gururaj, dijeron que el resto de sus arterias estaban normales.
Una arteria bloqueada puede causar un ataque cardiaco, que significa que un área del corazón no recibe suficiente flujo sanguíneo para oxigenarse y corre peligro de sufrir daños o los está sufriendo.
El procedimiento al que se sometió Sanders (angioplastía) y la colocación de cánulas o stents restauran el flujo sanguíneo y previenen problemas futuros.
Los comunicados de Sanders y de sus médicos no indican si su corazón sufrió alguna lesión permanente.
Los doctores dijeron que el resto de la estancia de Sanders hasta su alta el viernes fue “sin incidentes y se anticipa un buen progreso”.
Sanders está enfrascado en su segundo intento para la presidencia, después de perder con Hillary Clinton la candidatura del Partido Demócrata en las primarias de 2016.
A pesar de su edad, sobre la que suele bromear en asambleas y eventos, Sanders mantiene un intenso ritmo de campaña. A principios de esta semana, estuvo en New Hampshire, donde participó en siete eventos en dos días.
Sanders uno de los tres precandidatos mayores de 70 años en la primaria demócrata, y se han alzado voces para decir que el partido debería promover a una nueva generación de dirigentes. El tema de su salud seguramente estará en el candelero en las semanas previas al debate de las próximas semanas.