El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este viernes que nadie quiere la huelga declarada por los trabajadores automotrices en una disputa laboral contra los fabricantes, pero los trabajadores deben recibir una parte de las ganancias que están recibiendo esas empresas.
El sindicato de obreros automotrices United Auto Workers (UAW) están en huelga desde la medianoche de este viernes en demanda de mejores salarios y otros beneficios.
"Nadie quiere una huelga, pero respeto el derecho de los trabajadores a utilizar sus opciones bajo el sistema de negociación colectiva", dijo Biden a los periodistas en la Casa Blanca.
"Entiendo la frustración de los trabajadores", dijo. "Las ganancias corporativas récord... deberían compartirse mediante contratos récord para la UAW".
Biden, quien vaticinó durante el fin de semana del Día del Trabajo que el sindicato no declararía la huelga, habló con líderes sindicales y de los fabricantes de automóviles el jueves.
El miércoles, un asesor económico de la Casa Blanca dijo que el presidente quería que ambas partes trabajaran las 24 horas del día para evitar una huelga.
La administración Biden también está discutiendo ayuda de emergencia para proteger a las empresas más pequeñas que abastecen a los fabricantes de automóviles estadounidenses, dijo el jueves una fuente con conocimiento del asunto.
Durante un verano de disturbios laborales, Biden ha promocionado sus políticas pro laborales hablando en nombre de los sindicatos, mientras su administración, detrás de escena, intenta allanar el camino para llegar a acuerdos con los empleadores para evitar costosas huelgas, dijeron líderes sindicales y funcionarios de la administración.
Pero en un recordatorio de lo difícil que es apaciguar a los trabajadores energizados y al mismo tiempo frenar los aumentos de precios que causan inflación, Biden y UAW, el único sindicato importante que no respalda su candidatura presidencial de 2024, no están en la misma página.
Los sindicatos como el UAW, que representa a 146.000 trabajadores, son clave para el plan de Biden para ganar la reelección en 2024. Necesita su apoyo para volver a ganar estados clave como Pensilvania y Michigan, que serán los más afectados por cualquier huelga importante contra los fabricantes de automóviles.
Biden, de 80 años, está vinculando su candidatura a la reelección de 2024 con la salud de la economía, destacando el crecimiento del empleo, el aumento de los salarios y la disminución de los temores de recesión, y una huelga prolongada podría amenazar sus planes.
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