El presidente Joe Biden pospuso un viaje oficial programado a Alemania y Angola para en su lugar permanecer en la Casa Blanca y monitorear la trayectoria del huracán Milton, que amenaza la costa del Golfo de Florida como un histórica tormenta, anunció el martes la Casa Blanca.
La secretaria de Prensa de la administración demócrata, Karine Jean-Pierre, dijo en un comunicado que el cambio era necesario “dada la trayectoria y fuerza proyectadas” de Milton.
Biden supervisará "los preparativos y la respuesta al huracán Milton, además de la respuesta en curso a los impactos del huracán Helene en el sudeste".
La tormenta que amenaza con tocar tierra el próximo miércoles en la noche por el área de la Bahía de Tampa, será el segundo gran meteoro en afectar al país en menos de dos semanas, después de que Helene dejara al menos 230 muertos a su paso por varios estados, incluida Florida.
La Casa Blanca no indicó cuándo se podría reprogramar el viaje. Biden prometió ir a África durante su mandato, que termina en enero próximo.
En una conferencia de prensa, Biden instó este martes a quienes recibieron la orden de irse a que "evacuen ahora", antes de que el huracán Milton llegue a la Florida. El presidente afirmó que se trata de una cuestión de vida o muerte.
"Esta podría ser la peor tormenta que haya golpeado Florida en más de un siglo, y si Dios quiere no lo será, pero parece que así será en este momento", dijo Biden.
El mandatario estadounidense agregó que ha aprobado declaraciones de emergencia antes de que el huracán Milton llegue a la Florida y está pidiendo a las aerolíneas que se adapten a las evacuaciones y no incurran en especulaciones con los precios.
El huracán Milton se debilitó levemente el martes, pero seguía siendo una tormenta feroz que podría provocar un impacto directo, único en un siglo, en la populosa región de Tampa, con imponentes marejadas ciclónicas y convertir en proyectiles los escombros que dejó el huracán Helene hace 12 días.
Casi la totalidad de la costa oeste de Florida estaba bajo una advertencia de huracán o tormenta tropical mientras la tormenta y sus vientos de 230 kilómetros por hora (145 millas por hora) giraban cerca de la península mexicana de Yucatán, avanzando hacia el estado a 19 km/h (12 mph) y absorbiendo energía de las aguas cálidas del Golfo de México.
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